Este artículo no es para pensionistas. Es para personas como tú y como yo, que hemos hecho nuestra vida personal y laboral en una ciudad determinada y vemos que el tiempo pasa. ¿La ciudad en la que vives ahora es la adecuada cuando te hagas mayor y ya no trabajes? Es una buena pregunta para meditarla. Te presento algunos de los mejores lugares de España en los que vivir cuando llegue el momento de jubilarse.
Quizás nuestros padres y abuelos lo tenían más fácil, o no. Muchos de ellos emigraron a las ciudades durante los años 60 y cuando se jubilaban regresaban a su pueblo de origen. Sin duda, en su decisión había connotaciones emocionales. Es el pueblo en el que nacieron. Pero sobre todo lo hacían para mejorar su calidad de vida. De vuelta al pueblo llevarían una vida más tranquila y más económica. Sin embargo, muchos de estos pueblos presentan carencias importantes. No disponen de un hospital cerca por si enferman, ni siquiera de un hipermercado en el que hacer la compra de la semana. Tienen que desplazarse en coche para disponer de servicios básicos, pero a determinada edad se les retira el carnet de conducir, y el transporte público en el pueblo deja mucho que desear.
En mi opinión, hay tres criterios importantes a la hora de escoger el lugar en el que vivir cuando te vas haciendo mayor:
- El dinero. Cuando dejes de trabajar, tus ingresos económicos disminuirán. Da igual que lleves 30 años cotizados, algo que es complicado para nuestra generación. El estado de las pensiones públicas es una incertidumbre. Cada dos por tres, los gobiernos aprueban una reforma de las pensiones que ponen cada vez más complicado a las generaciones futuras la posibilidad de tener unos ingresos dignos cuando se jubilen. Por tanto, debes pensar en un destino donde el coste de la vida sea asumible.
- Los servicios. Si ahora, ir al médico es algo excepcional, cuando te acerques a los 70 años se puede convertir en algo habitual. En consecuencia, no puedes residir en un sitio donde te tienes que desplazar varios kilómetros para visitar a un especialista. Donde el hospital más cercano se encuentra a 70 o 100 kilómetros de distancia y donde afrontar una urgencia es poco menos que una odisea. También debes pensar en disponer de ofertas de ocio y de vida social acordes con tu edad y que te resulten satisfactorias.
- Una ciudad amigable. Hay ciudades que son un verdadero desafío para los pensionistas, como Madrid o Barcelona. Llega un momento en que es complicado estar moviéndose en metro de un lado para otro. Aunque ya no trabajes, es difícil llevar una vida tranquila en estos sitios.
Puede que esto nos resulte alejado, pero hay que pensar en el futuro. Ya nos lo dicen los bancos y las compañías de seguros cuando nos quieren vender un fondo de pensiones. Tan importante o más que entregarle nuestros ahorros a los bancos, es plantearnos dónde vivir cuando nos hagamos mayores. El periódico «El Español» publicó un artículo sobre las mejores ciudades de España en las que vivir cuando nos jubilemos. Estas son algunas de ellas:
Las Palmas de Gran Canaria.
El desarrollo de las comunicaciones ha hecho que Canarias deje de ser un mero destino turístico para convertirse en una seria alternativa en la que vivir. Desde el aeropuerto de Gran Canarias te plantas en cualquier aeropuerto importante de la península en apenas 3 horas.
La web de la agencia inmobiliaria Nordicway, que opera en Gran Canaria, expone 5 poderosas razones para vivir en Las Palmas o en cualquier otra parte de la isla. Son estas:
- El clima. Gran Canaria cuenta con una temperatura agradable durante todo el año. Con temperaturas que oscilan entre los 20 y los 30 grados centígrados.
- La belleza de sus playas. La isla posee algunas de las más hermosas playas de España. Playas de las que puedes disfrutar durante todo el año.
- Además del litoral, la isla cuenta con un impresionante paisaje natural, en el que se combinan bosques, montañas y desiertos. Perfectamente accesibles.
- Las Palmas fueron desde su fundación en 1478 uno de los puertos más importantes de España. Escala obligada para los barcos que iban desde España hasta cualquier rincón de América, y desde América hasta España. Por su historia, Las Palmas es un lugar de confluencia entre Europa, América y África. Algo que ha dejado su impronta en el patrimonio histórico y cultural de la ciudad y de la isla.
- Con algo de 378.000 habitantes, Las Palmas cuentan con todos los servicios de una ciudad española como Valencia, Sevilla o Bilbao. Con la diferencia de que el ritmo de vida en la isla es más sosegado que en la península, y que su población se caracteriza por su gran hospitalidad.
Alicante.
Alicante y los municipios cercanos de la Costa Blanca, llevan siendo desde hace décadas un destino preferido por los jubilados europeos para fijar en ella su residencia. Especialmente entre británicos y alemanes, que han formado en la provincia, una numerosa colonia. Sin duda, en esta elección influye la agradable temperatura que se vive en el litoral alicantino, la combinación entre playa y montaña (relativamente próximas entre sí) y una amplia oferta de ocio.
Alicante ha sido escogida por muchos jubilados nacionales para terminar en ella sus días. Especialmente, entre pensionistas procedentes de Madrid. Las costas del País Valenciano son las más próximas a la capital española. A pesar de su proximidad al mar, Alicante tiene un clima seco, lo cual lo convierte en un lugar beneficioso para personas aquejadas por enfermedades respiratorias crónicas, como el asma o la bronquitis. Si comparamos el coste de la vida en Madrid con Alicante, la ciudad costera es mucho más económica. Lo cual permite llevar una vida más holgada. Todo ello, disponiendo de servicios de calidad.
Si te gusta la tranquilidad, no muy lejos de allí, al sur, se encuentra la región murciana. La relajación que inspira la huerta se deja sentir en el biorritmo de sus pueblos. Murcia continúa siendo una de las provincias más económicas de España, con una oferta cultural interesante, especialmente en la capital. Una zona que ofrece una gran calidad de vida. En mi opinión, tanto Alicante como Murcia, son dos alternativas a considerar.
Logroño.
Según el blog del portal inmobiliario Fotocasa, la capital de La Rioja es una de las ciudades más interesantes para jubilarse. Se trata de una ciudad próspera que se ha desarrollado gracias a la industria del vino. Una ciudad pequeña, que se puede recorrer a pie, bien arreglada, con todos los servicios accesibles, con un ambiente popular y una rica gastronomía.
Otro dato que destaca Fotocasa es el precio de sus alquileres. En Logroño, un piso de dos habitaciones tiene un precio medio de 687 euros al mes.
Similar a Logroño es Burgos. Más económica sí cabe. Aquí el precio de alquiler de un piso pequeño es de 545 €, y el de una vivienda de dos habitaciones es de 638 €. El extenso casco antiguo de la ciudad burgalesa, uno de los más grandes de España, presenta una animada vida social, manteniendo un ambiente popular a pesar de la lógica afluencia turística.
Tanto en Logroño como en Burgos, una pareja con unos ingresos medios de 2000 € mensuales pueden llevar una vida bastante agradable, aunque tengan que destinar una parte de sus fondos al alquiler.
Bilbao.
El Bilbao del siglo XXI poco tiene que ver con aquel Bilbao gris, industrial y algo conflictivo de los años 80 y 90. Hoy es una ciudad tranquila, limpia y bien arreglada. Es lo que los bilbaínos llaman con sorna el Bilbao Tropical. Y es que Bilbao, a pesar del “sirimiri”, la cortina de lluvia suave que hace presencia durante días enteros en otoño e invierno, presenta una temperatura media de unos 20º centígrados todo el año.
El País Vasco tiene uno de los mejores sistemas sanitarios y servicios sociales de toda España. Algo que es importante a tener en cuenta cuando más lo necesitamos. Otro aspecto bastante valorado de la capital vizcaína es su rica gastronomía, su intensa vida social, el talante campechano de sus gentes y su amplia oferta cultural.
Sin embargo, hay que tener en cuenta, que a diferencia de los destinos que hemos señalado anteriormente, incluida Gran Canaria, Bilbao es una ciudad cara. Los salarios, relativamente altos, que en otra época generaba la actividad cultural, aún se dejan ver en el precio de bienes y servicios que se ofrecen en Euskadi. En Bilbao se puede obtener una gran calidad de vida, pero debes tener un nivel económico medio alto para no agobiarte con los gastos diarios.
Cuando sobrepasas los 50 años es una buena edad para plantearte dónde vas a vivir cuando te jubiles. Te quedan entre 10 y 15 años de vida laboral. Para financiarte tu nueva residencia puedes ir invirtiendo tus ahorros en la compra de una vivienda, e ir acondicionándola poco a poco para cuando llegue el momento de mudarte. No es bueno dejarlo para el último momento.