El anonimato de donantes de óvulos y esperma a debate

Estamos a primeros de abril, y como cada año, todos los medios de comunicación se hacen eco de la Declaración de la Renta y de información novedosa al respecto. Este año, de entre todas las noticias que he leído (más de lo mismo, como siempre) hay una que ha llamado mi atención pues se comunicaba al lector que hay ciertas situaciones que se han de declarar y que no todo el mundo las conoce, una de ellas, la donación de óvulos.

Las donaciones de óvulos o esperma, en España, tributan como ganancia patrimonial. Es decir, cualquier persona que haya recibido una compensación económica por donar sus óvulos o su esperma tiene que declararla en la renta y tributará según la tarifa general del impuesto. Esto me resulta curioso teniendo en cuenta que a día de hoy no existe ningún registro de donantes. En otras palabras: no hay ningún listado oficial en el que se identifique a los “donantes de vida”. No obstante, esto es algo que va a cambiar pronto, o al menos así lo pretenden las autoridades.

Hace ya algunos meses se anunció que se iba a crear un registro nacional con los nombres de los donantes de semen u óvulos y la clínica en la que han donado con el fin de evitar que una misma mujer, o un mismo hombre, pudiera llegar a ser padre o madre biológico/a de más de cinco bebés. Esto es algo lógico, puesto que ya salieron a la palestra en otros países casos en los que un hombre era ya padre biológico de más de 15 jóvenes, lo que podría provocar que esas personas se conocieran y tuvieran hijos que, al fin y al cabo, tendrían genes comunes de hermanos biológicos.

Donación anónima en peligro

Por otro lado, el anonimato podría estar también en peligro y esto es algo con lo que debemos llevar mucho cuidado teniendo en cuenta que es una de las claves por las que en España se consiguen tantos donantes dispuestos a regalar vida. De hecho, tras la publicación de los resultados de unas encuestas a donantes que se hicieron en diferentes clínicas hace un año, podemos afirmar que más de la mitad de donantes habrían decidido no regalar sus óvulos o su esperma si esa donación no hubiera sido anónima.

Según As.com, Deporte y Vida, y el doctor Moisés de La Casa, “España es pionera en la donación de óvulos y espermatozoides. El 40 % de los tratamientos de reproducción asistida con donaciones en Europa se producen en España. Las consecuencias de eliminar el anonimato en la donación de óvulos y esperma serían las que han surgido en el resto de Europa. Desde la aprobación de eliminar el anonimato en países como Reino Unido, Alemania o Portugal, el número de donantes ha disminuido de forma estrepitosa. Hasta tal punto que, se han creado listas de espera en estos países para recibir un tratamiento de reproducción asistida debido a que ahora existe una falta de abastecimiento de gametos”.

En IVIDona tienen una opinión similar, aunque creen que aquellas mujeres que donan sus óvulos altruistamente con el único fin de ayudar a otras mujeres a ser madres seguirían siéndolo, aunque con ciertas reticencias.

Por lo visto, el Comité de Bioética, que es órgano asesor adscrito al Ministerio de Sanidad, plantea la duda sobre si las donaciones de espermatozoides y óvulos deben seguir siendo anónimas,  ya que el niño o niña podría tener derecho a conocer su pasado biológico cuando cumpla su mayoría de edad.

Y es que este tema está realmente candente en nuestra sociedad, sobre todo después de que con la reforma de ley de 2015 se permitiera a los menores adoptados conocer quiénes son sus progenitores biológicos a partir de la mayoría de edad. El tema en cuestión, al final, es muy similar al de las donaciones de óvulos y esperma anónimas, y por ende es un tema que entra en debate de manera lógica, a pesar de que la resolución de ese debate pueda significar la pérdida de gran parte de esos donantes.

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