Las ventanas de PVC (cloruro de polivinilo) han ganado popularidad en los últimos años debido a su gran eficiencia energética y su positivo impacto en el medio ambiente. Estos innovadores productos han demostrado ser una opción más sostenible y amigable con el entorno en comparación con las ventanas tradicionales de madera o aluminio.
En este sentido hemos recurrido a los profesionales de Crearsur Ventanas PVC, expertos en ventanas a medida, para que nos aporten las claves necesarias con el objetivo de ofrecer en este post toda la información necesaria sobre los beneficios de las ventanas de PVC para el medio ambiente.
- Eficiencia energética: las ventanas de PVC son conocidas por su excelente capacidad de aislamiento térmico. Gracias a sus propiedades aislantes, minimizan la transferencia de calor entre el interior y el exterior de un edificio, lo que reduce significativamente la necesidad de calefacción o refrigeración artificial. Al mantener una temperatura más constante en el interior, se reduce el consumo de energía y, por lo tanto, también las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Durabilidad y larga vida útil: las ventanas de cloruro de polivinilo tienen una vida útil prolongada y requieren poco mantenimiento en comparación con otros materiales. No se ven afectadas por la humedad, no se oxidan ni se deforman con el tiempo. Esta durabilidad prolongada evita la necesidad de reemplazar las ventanas con frecuencia, lo que, a su vez, reduce la cantidad de residuos generados y la demanda de materias primas para fabricar nuevas ventanas.
- Reciclabilidad: el PVC es un material altamente reciclable. Cuando las ventanas llegan al final de su vida útil, pueden ser recicladas y reutilizadas para fabricar nuevos productos de PVC, evitando así su disposición en vertederos y reduciendo la demanda de nuevos materiales vírgenes.
- Reducción de emisiones de CO2: la producción de ventanas de PVC genera menos emisiones de dióxido de carbono (CO2) en comparación con otros materiales, como el aluminio. Además, debido a su alta eficiencia energética, las ventanas de PVC contribuyen a reducir el consumo de energía en edificios, lo que disminuye aún más las emisiones de CO2 asociadas con la generación de electricidad.
- Aislamiento acústico: las ventanas de PVC también proporcionan un buen aislamiento acústico, lo que ayuda a reducir la contaminación acústica en entornos urbanos y contribuye al bienestar de los habitantes al mejorar la calidad del sueño y reducir el estrés.
- Reducción de la deforestación: al optar por ventanas de PVC en lugar de ventanas de madera, se reduce la demanda de esta última, lo que ayuda a preservar los bosques y ecosistemas naturales. La deforestación es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad y contribuye al cambio climático.
¿Cómo es el proceso de fabricación de una ventana?
El proceso de fabricación de una ventana puede variar dependiendo del tipo y material de la ventana, por ello, en este post os describiremos el proceso general para la fabricación de una ventana de PVC:
- Diseño y planificación: el proceso comienza con el diseño de la ventana, donde se definen las dimensiones, el tipo de apertura (corredera, abatible, oscilobatiente, etc.), el grosor de los perfiles y otros detalles específicos. Se realiza una planificación para determinar la cantidad de materiales necesarios y los recursos requeridos.
- Extrusión de perfiles: el PVC, en su forma de granulados, se calienta y se hace pasar por una extrusora. En este proceso, el material adquiere la forma de perfiles de PVC con la geometría adecuada para la ventana, como los marcos y los travesaños. Los perfiles pueden ser reforzados con acero galvanizado para aumentar su resistencia estructural.
- Corte y ensamblado: los perfiles de PVC se cortan a la longitud adecuada según las medidas del diseño. Luego, se ensamblan mediante soldadura por calor o mediante uniones mecánicas, dependiendo del tipo de ventana. La soldadura por calor garantiza una unión fuerte y hermética, lo que mejora la eficiencia energética de la ventana.
- Fabricación de vidrios: mientras se ensamblan los perfiles, se fabrican los vidrios que serán utilizados en la ventana. Los vidrios pueden ser simples, dobles o triples, con cámara de aire para mejorar el aislamiento térmico y acústico.
- Ensamblaje de vidrios: los vidrios se colocan en los marcos de la ventana mediante un sistema de gomas o selladores que aseguran su fijación y hermeticidad.
- Instalación de herrajes: se incorporan los herrajes necesarios para permitir la apertura y cierre de la ventana, como las manijas, los mecanismos de apertura o las bisagras.
- Control de calidad: antes de finalizar la fabricación, las ventanas pasan por un control de calidad para asegurarse de que cumplan con los estándares requeridos en cuanto a resistencia, hermeticidad, funcionalidad y apariencia.
- Acabado y embalaje: los elementos creados son sometidos a un proceso de limpieza y acabado, donde se eliminan las imperfecciones y se añade el color y el acabado deseado. Luego, son cuidadosamente embaladas para protegerlas durante el transporte.
- Distribución y venta: las ventanas terminadas son distribuidas y puestas a la venta a través de distribuidores, tiendas especializadas o directamente al cliente, según el canal de comercialización.