Buscar tener una vida más sana, debería ser una necesidad para todos, comer más sano, ejercitarse y hacerlo bien, puede hacer una gran diferencia en nuestros hábitos de la vida diaria, lo que ocurre, es que constantemente hacemos las cosas sin la guía de un especialista, lo que puede traer más problemas que soluciones, es por ello que la mayoría de las mujeres utiliza los gimnasios comerciales y a su equipo de monitores, como el recinto ideal para ejercitarse en un ambiente seguro.
Si bien es cierto que se supone que la sociedad está lo suficientemente avanzada como para que el acoso sexual no exista, también es cierto que el índice de abusos sexuales se han visto en alza los últimos años, y que el deporte sea recreativo o de alto rendimiento, no es un ámbito ajeno a esta situación tan bochornosa.
El deporte no debería tener distinciones entre lo masculino y lo femenino, el deporte es deporte, el problema radica cuando es evidente la disparidad entre unos y otros. Los gimnasios deportivos, son en muchos casos, la forma de mujeres y hombres de mantenerse en su peso, ejercitarse o simplemente disfrutar de la actividad física, pero cuando la seguridad y la tranquilidad de ellas, se ve violentada, indiscutiblemente hay un problema.
Muchos videos de índole sexual han circulado por las redes sociales en las que se graba a mujeres sin su consentimiento, en las que se puede apreciar como personas inescrupulosas se dan placer a costas de una mujer indefensa que no sabe lo que está ocurriendo, entre muchas otras situaciones desagradables, degradantes y abusivas que pueden presentarse en ese tipo de recintos.
¿Qué hacer para intentar prevenir situaciones de riesgo en gimnasios deportivos?
Los especialistas en instalación, venta y configuración de controles de accesos para gimnasios, GestiGym, nos proporcionan algunos consejos que pueden ayudar a prevenir situaciones de riesgo en los espacios de entrenamiento deportivo.
Estos abusos pueden ser perpetrados por cualquier persona, tanto por miembros del equipo que labora en el lugar, o por otros miembros del gimnasio.
En cualquiera de los casos, estar atentas siempre es la mejor de las opciones, ya que si en cualquier momento te sientes intimidada, incomoda, observada o vigilada, lo mejor es poner tierra de por medio, esto -lamentablemente- porque en muchos de los casos, las denuncias o quejas realizadas a gerentes o encargados de este tipo de lugares, suelen terminar en una llamada de atención a quien las está cometiendo, pero no hay ninguna sanción, puesto que si no hay ocurrido ninguna desgracia, o no se ha puesto una denuncia formal ante las autoridades, el recinto no puede o no debe tomar decisiones radicales de expulsión o despido, ya que eso podría traerle inconvenientes de índole legal, como alguna queja en las instituciones de protección al trabajador o protección al consumidor.
Sin embargo, lo primero que debemos saber es qué definición darle a la violencia sexual, de forma que tengamos claro, que podemos calificar como tal. Por lo cual, definiremos la violencia sexual como los actos de diferente intensidad que pueden ser desde bromas e insinuaciones de carácter sexual, exhibicionismo, voyeurismo, realizar fotografías en vestuarios, mostrar pornografía y otras acciones sin contacto físico u otras en las que sí puede haber contacto físico: tocamientos, frotamientos, abuso y agresión sexual, en el peor de los casos.
Ahora bien, lo importantes es que te sientas cómoda, no puedes mantenerte en un lugar donde no dejas de sentirte incómoda o intimidada. Recuerda que tus monitores y compañeros están en la obligación de respetar tu espacio personal, y que si requieres ayuda con algún ejercicio o alguna postura para no hacerte daño, debes estar muy atenta a cómo eres tocada.
Es cierto que en muchas oportunidades, los monitores necesitan colocarte en una mejor postura para evitar daños musculares, pero eso no significa que tienen carta blanca para tocarte o frotarse en ti. Si esto ocurre, inmediatamente pon la queja al supervisor o encargado, no sabes si tu testimonio es el primero o si por el contrario, ya hay varias quejas de ese tipo y pueden tomarse medidas más radicales contra ese individuo.
Si te encuentras en una situación en la que estás siendo grabada o fotografiada sin tu consentimiento, informa inmediatamente a los supervisores y a las autoridades. El supervisor no tiene potestad legal, para despojar a nadie de sus pertenencias, pero las autoridades sí pueden hacerlo. Si por desgracia eso llega a ocurrir, probablemente no sólo se encuentren con las imágenes que tomó de ti, sino de muchas otras mujeres, tu denuncia puede detener una desgracia.
Ahora bien, si las cosas desde primer momento se van al plano físico, es evidente que no te sentirás cómoda en ese lugar, si te tocan sin tu consentimiento, si estás siendo acechada, vigilada, intimidada o perseguida, no hay necesidad de que hables con el supervisor, dirigirte inmediatamente a hacer la denuncia, puede salvarte de que la situación llegue a un punto de no retorno y evidentemente, date de baja de ese gimnasio. Más vale perder un poco de dinero para cancelar la membrecía, que arriesgarte todos los días a que una desgracia ocurra
En nuestro país, hay un documento llamado “Guía para la prevención de acoso y abuso sexual a mujeres en el deporte” que si bien es cierto, está enfocado en el deporte a una escala más grande que la de los gimnasios comerciales, puede darnos mucha información al respecto sobre cómo actuar ante una situación de ese tipo y cuales son los pasos a seguir desde el punto de vista legal.
Es importante recordar que en cualquiera de los casos, la culpa nunca es de la víctima, sino del victimario y que aunque en pleno año 2020, no deberíamos estar hablando de esto, porque en un mundo ideal, el abuso sexual no existiría, tomar el mínimo de medidas, puede ayudar a salvar una o muchas vidas de una situación como esa.
Por otro lado, es prioridad que los gimnasios deportivos comerciales o de alto rendimiento, tengan protocolos preventivos o de acción inmediata cuando se presentan casos de este tipo, ya que al tenerlos, los procesos se hacen mucho más sencillos de afrontar, en una situación tan compleja como esa.