El transporte de viajeros y mercancías en España es un sector económico de una enorme y creciente importancia estratégica para la industria, el comercio y la movilidad de las personas. Sin embargo, a menudo se desconoce el valor de su aportación a la mejora y al equilibrio de la economía española, aspectos tratados en este artículo. Y es que el César lo que es del César.
Un sector del transporte potente, abierto y competitivo puede ser un instrumento clave para evitar que España se convierta en un mero destino turístico, para retener la actividad económica y generar otras nuevas en una Europa que tiende a tornarse importadora de las mercancías producidas en terceros países, especialmente en China y extremo Oriente. Para que, en suma, España pueda aprovechar sus bazas como plataforma logística internacional. Y es que está muy bien que un país se convierta en el mejor para atraer turismo, pero la verdadera riqueza se obtiene con una nación potente industrialmente.
Para analizar el papel del transporte en el país hay que conocer cómo es. Al igual que el territorio europeo, se caracteriza por una concentración de la población en áreas metropolitanas. Por su parte, el sistema de transporte presenta contradicciones históricas con el modelo territorial y económico que constituye su soporte. La realidad es que los flujos de viajeros y mercancías no siguen un patrón centralizado, sobre todo porque las relaciones económicas exteriores tanto con la Unión Europea como con terceros países otorgan aún más importancia a la periferia. Finalmente, hay que destacar que, en el caso de los viajeros, el sector turístico ha tenido y sigue teniendo una gran incidencia sobre el sistema de transporte español.
Los números en España
El sector del transporte en España representa un 5,6% (28.010 millones de Euros) del valor añadido bruto de la economía en precios constantes de 1995. Según datos del Ministerio de Fomento, ocupaba a 965.400 personas (de ellos, 765.000 asalariados), que suponían el 5,9% del total de la población ocupada. En la Unión Europea de los 15, el transporte (incluyendo el ejercido por cuenta propia) supone aproximadamente el 5% del valor añadido bruto y emplea a unos 6 millones de personas (el 4% de la población ocupada).
El transporte se ha convertido en una industria estratégica para una economía crecientemente mundializada y esto debería también comportar una mayor consideración de las necesidades de este sector en las decisiones políticas y una mayor atención a los criterios empresariales en la actuación del sector público. A la hora de aplicar una estrategia en el sector y establecer prioridades, la opinión de las empresas puede ser capital para evitar expectativas irreales en los proyectos e inversiones públicas. Son muchas las empresas que han decidido apostar por el extranjero. Nos ponemos en contacto con Transportes Cars, que es una empresa que se ha convertido en un referente a nivel nacional e internacional en el transporte de vehículos por carretera, porque siempre han apostado por convertir su logo en un sello de calidad en este sector, un sello que actualmente se deja ver en países como Holanda, Alemania o Bélgica entre otros.
Y esto se logra contando con una amplia flota de vehículos de transporte y con un equipo profesional altamente cualificado en el transporte internacional de vehículos que se encargará de llevar a su destino el vehículo, motocicleta, compacto, monovolumen o todoterreno, por grande o pequeño que sea, en perfecto estado y con una fecha de entrega totalmente ajustada a tus necesidades. Así es como crecen las empresas de transportes en España.
El sector del transporte es una industria estratégica, y lo será todavía más en una economía mundializada. Resulta inevitable y necesario contar con el sector, tanto para el enfoque de los problemas como para solucionarlos. La liberalización no debe excluir la apuesta decidida por fomentar el transporte español, como se hace con sectores industriales.
Se trata de un sector clave para nuestra inserción en Europa y para nuestra posición económica mundial como plataforma logística intercontinental y como apuesta geoestratégica y socioeconómica. Es hoy para la economía una herramienta similar a lo que representó en tiempos pasados la localización de empresas extranjeras en España. Se necesitan buenas infraestructuras, pero también empresas españolas que, sin hipotecas exteriores, se comprometan con el futuro industrial y logístico, y no sólo turístico como te decíamos al principio, del país.
En suma, es preciso captar y concienciarse de la verdadera fisonomía e importancia económica y estratégica del transporte en España. Esta es la importancia y la aportación del transporte español a la sociedad, que se enfrenta a nuevos retos según van pasado los años.