El impuesto sobre sucesiones y donaciones es un tributo que grava el patrimonio adquirido por las personas físicas a través de herencias, legados o donaciones. Pese a que se trate básicamente de dos hechos imponibles distintos, sucesiones por un lado y donaciones por otro, se considera una sola figura impositiva que abarca las transmisiones mortis causa en el caso de la sucesión, e inter vivos en el de la donación. Ahora bien, no es lo mismo heredar en Asturias que hacerlo en Andalucía. Te contamos las razones.
El Impuesto Sucesiones y Donaciones es estatal, y para herencias o donaciones entre familiares directos se paga aplicando una tarifa progresiva del 7,65% al 34%. Sin embargo, “para herencias y donaciones entre residentes en España el impuesto está cedido a las Comunidades Autónomas, que pueden introducir beneficios fiscales aplicables exclusivamente a sus residentes, cosa que han hecho la mayor parte de las CCAA”, nos cuentan desde Trámites Fáciles Santander. Son ellos los que nos ponen casos concretos para analizar esta situación. Así por ejemplo, en Baleares las herencias entre familiares directos residentes tributan como máximo 1%, y las donaciones 7%.
Vamos con un ejemplo para comprobar esta diferencia.
Herencia con fallecido residente en Baleares y con todos sus bienes en España, correspondiendo 0,5 M a un hijo residente en España, que pagará en Baleares unos 5.000 € (1%) y otros 0,5 M a otro hijo residente en Alemania, que debía pagar al Estado unos 106.000 (aproximadamente 21%).
Herencia con fallecido residente en Alemania y con todos los bienes allí situados, correspondiendo 0,5 M a un hijo residente en España/Baleares, que no podía pagar el 1% aplicable en Baleares y debía pagar al Estado unos 106.000 (aproximadamente 21%).
Lo más lógico, dado que también existen importantísimas diferencias en el trato de fiscal de herencias o donaciones entre residentes, según residan en una u otra Comunidad Autónoma (que el TJUE no cuestiona en absoluto), sería armonizar el Impuesto Sucesiones y Donaciones en toda España para evitar grandes diferencias entre Comunidades y entre residentes y no residentes.
En el Principado de Asturias, por su parte, este mismo contribuyentes tendría que abonar una cuota de 103.135 euros, mientras que en Castilla y León la cifra sería de 81.000 euros y en la Comunidad Valenciana, de 63.000 euros. En el lado contrario destaca Andalucía, que hasta este año era una de las regiones que más castigaba a través de este impuesto y que en 2018, y tras el pacto alcanzado por la Junta también con Ciudadanos, la figura está bonificada.
Cálculo de impuesto
El impuesto sobre sucesiones se ingresa en un plazo de seis meses –prorrogable otros seis– a contar desde que se produce la muerte del causante. De no realizarse en este periodo, se pierde el derecho a las posibles bonificaciones que tenga establecida la comunidad autónoma correspondiente, que será en la que haya residido más tiempo el fallecido, en los cinco años anteriores al día del fallecimiento.
En concreto, en el País Vasco y en Navarra se ha establecido una normativa propia que contempla exenciones para algunos familiares por herencia y donación. Además, en Navarra se ha aprobado un tipo de gravamen distinto del estatal para las transmisiones lucrativas de familiares directos. En general, los modelos utilizados para las declaraciones-autoliquidaciones son el modelo 650, que es la declaración ordinaria y el modelo 652, que es la declaración simplificada, ambos para las adquisiciones mortis causa, como la herencia. Para las adquisiciones inter vivos, como la donación, se utiliza el modelo 651, facilitados por la Agencia Tributaria.
¿Es mejor donar en vida?
Muchas veces llega la duda de si es mejor donar en vida o esperar al fallecimiento. Bien es cierto que la mentalidad española es siempre la de esperar a la muerte. Pero son cosas más de la tradición. Ahora bien, lo que hay que mirar es fríamente y con números en la mano. Por eso, desde Trámites Fáciles Santander aseguran que en determinados casos, como por ejemplo en patrimonios elevados, es más aconsejable donar los bienes a los descendientes que transmitirlos en herencia. Ahora bien, como norma general la donación de bienes inmuebles es más cara que la sucesión. Se debería analizar cada caso en particular. Para eso lo mejor es ponerte en manos de profesionales y que te puedan asesorar.
Lo que está claro es que con esta ley de sucesiones se comprueba que en España existen ciudadanos de Primera y de Segunda. ¿Por qué no es posible que todos tengan que tributar de la misma forma viviendo en un mismo país?