¿Existen límites al humor? Esta es una de las preguntas que más está traspasando fronteras en los últimos tiempos. En los últimos años, algunas personas han sido severamente criticadas por haber sobrepasado ciertos límites. Y es lógico. El «humor negro», como lo llaman, es realmente algo perjudicial para nuestra sociedad y se está tratando de combatir en los últimos tiempos, con más o menos éxito según el caso. Pero, de lo que no nos puede caber ninguna duda, es de que no todas las formas de humor son criticables. Al menos, no deberían serlo.
En los párrafos que siguen vamos a hacer especial hincapié en lo que tiene que ver con el humor que se desprende de los disfraces. Ni que decir tiene que esta es una de las maneras que tiene la gente de muchos lugares de disfrutar de festividades como Carnaval, Halloween o una despedida de soltero o soltera, por ejemplo. Pero algunos de esos disfraces se han llevado críticas muy duras en los últimos tiempos. Críticas con las que nosotros, a su vez, queremos ser críticos en los siguientes párrafos.
Un artículo que fue publicado en la página web La Opinión aseguraba que era posible que existiera un posible trasfondo xenófobo en lo que tiene que ver con determinados tipos de disfraces. De ahí la pregunta con la que se titulaba dicho artículo: «¿Existen límites para un disfraz?«. Es evidente que el respeto siempre debe ser algo a tener en cuenta cuando nos disfrazamos de un determinado personaje. Pero tampoco hace falta ser tan puntillosos y tan exagerados a este respecto. El humor es algo que no podemos dejar de lado nunca.
Otro de los ejemplos que mejor ejemplifican lo que venimos hablando es la niña irlandesa que se disfrazó del futbolista egipcio del Liverpool Mohamed Salah. Este disfraz fue acusado de ser considerado racista a causa de que la niña cambió su tono de piel para parecerse a su ídolo. Ese disfraz se hizo viral en las redes sociales y lo cierto es que esto es lo que no puede ser. ¿Qué tiene de racista que una niña de 9 años se disfrace de su ídolo? No se puede criticar por criticar.
Durante los últimos tiempos han sido bastante habituales las críticas hacia todo tipo de disfraces, muchas de ellas sin fundamento alguno. Parece ser que estamos en un momento en el que la gente tiene más reparos y más dudas a la hora de disfrazarse precisamente por este tipo de cuestiones. Y es una verdadera lástima. De lo que no cabe ninguna duda es que no todos los disfraces son ofensivos ni se adquieren para ridiculizar a nadie. Este pensamiento, desde luego, es nocivo para el humor y para buena parte de la gente a la que este humor le da la vida.
Los niños, los principales beneficiados del humor en los disfraces
Si hay un grupo de población que se beneficie de todo lo que rodea a los disfraces es el que compete a los niños. No cabe la menor duda de que los niños encuentran en los disfraces una manera que es realmente importante para ponerse en la situación de otros, para empatizar y para comprender una buena cantidad de situaciones a las que se pueden enfrentar otras personas. De lo que no cabe duda alguna es de que disfrazarse sigue siendo una buena manera de, por una parte, disfrutar de la vida y, por otro lado, aprender cosas nuevas.
Solo hay que ver la ilusión que se desprende de las caras de los más pequeños cuando llega una festividad como lo es Halloween y Carnaval. Y es que, con ilusión, los niños y las niñas aprenden mucho más. Podéis preguntarle a muchos padres y madres al respecto. O quizá muchas de las personas que estéis leyendo esto lo sabéis de primera mano. ¿Acaso habéis tenido algún tipo de problema con esto?
Confiamos en que disfrazarse siga siendo un motivo para la diversión como lo está siendo ahora. Todo lo que no sea eso será una mala noticia para el humor. Es evidente que no se puede acusar a nadie de estar siendo racista con otra persona solo por disfrazarse de ella. Más casos como el de la niña irlandesa que se disfrazó de Salah y fue duramente criticada no se pueden volver a repetir. Confiemos en que así sea.