Cuando hablamos de inversión, siempre pensamos en algo que va a generar beneficios, ejemplo de ello es cuando invertimos en educación, una buena educación nos permite a largo plazo tener mejores puestos de trabajo, mejores salarios y mejor calidad de vida. Por lo que, teniendo esta premisa en mente, la inversión en salud es algo que nos va a generar beneficios que si bien no podemos cuantificar, si nos permitirá estar sanos para poder vivir mejor.
Siendo esto así, invertir en salud bucal es tan necesario como invertir en la educación, si seguimos el ejemplo que dimos antes, la educación nos permite a largo plazo tener mejor calidad de vida, pero si tenemos todo lo que queremos y necesitamos a nivel material, pero no tenemos salud, no lo podremos disfrutar, entonces, la inversión en salud debe ser fundamental para que podamos alcanzar todo lo que deseamos.
En este caso particular, hablaremos de la importancia de invertir en salud bucal, ya que esta forma parte prioritaria de la salud integral del ser humano, no solamente porque es la entrada de todo lo que consumimos.
Para hablar de ello, nuestros amigos de Clínica Dental Gaudí nos compartirán su experiencia como dentistas y los beneficios de una inversión en la salud bucal a largo plazo.
Invertir en la prevención
El dicho que dice “es mejor prevenir que lamentar” es el ideal para entender este punto en específico. La medicina preventiva siempre será mejor y menos costosa que la medicina correctiva, por lo que de entrada, enfocarnos en esta es la mejor manera de proteger nuestra salud bucal.
La prevención de enfermedades bucales, dependerá del individuo y de su dentista, por lo que lo primero que debemos tener, es un especialista en el que confiemos, con el que nos sintamos cómodos y que no solamente nos guíe en el camino de la medicina preventiva, sino que en caso de emergencias, pueda tratar la situación de forma adecuada y satisfactoria, pues de nada sirve tener un dentista que sólo nos guíe o nos dé las indicaciones, si luego ante una emergencia, no puede responder.
Odontología preventiva
La odontología preventiva busca prevenir cualquier enfermedad del medio oral, las cuales pueden incluso repercutir en la salud general. Esto se hace revisando de forma periódica los microorganismos y los métodos de limpieza de los pacientes, pues ellos son los grandes responsables de la higiene bucal en casa. El tiempo recomendado para asistir a consulta, dependerá en mayor medida de los hábitos asociados a cada paciente, pero puede ir de 6 o 4 meses al año, eso quiere decir que a nivel preventivo, las visitas al odontólogo pueden ser 2 o más veces al año, según las necesidades de cada individuo.
Si un paciente acude con la boca en buen estado, se tratará de mantener la salud bucal lo mejor posible. Pero si en caso contrario, y este va a la visita odontológica con alguna patología, se tratará de corregir las lesiones lo antes posible y mantener un control adecuado del paciente además de concienciar y educar al paciente de la mejor forma sobre su salud bucodental.
Existen patologías que son consideradas en el mundo como problemas de salud pública, algunas de ellas son:
- Caries dental
- Enfermedad periodontal
- Anomalías dentofaciales
- Maloclusiones
- Cáncer oral
- Malformaciones de tejidos dentales
- Traumatismos maxilofaciales
- Fluorosis dental
La Odontología preventiva busca ayudar a los pacientes a mejorar sus hábitos de limpieza y mantenimiento dental, para que sean realizados en casa y en el día a día, pues como bien lo hemos mencionado, la idea es la prevención de patologías, para evitar tener que intervenir correctivamente al paciente, por ello, el odontólogo educa en los siguientes aspectos:
- Limpieza bucal diaria: cómo utilizar correctamente el cepillo y pasta de dientes mediante un cepillado de dientes correcto, hilo dental y enjuague bucal, para eliminar bacterias.
- Alimentación saludable y protectora para los dientes y la cavidad bucal: en este particular el odontólogo guía al paciente en la necesidad de una buena alimentación, evitando azúcares y alimentos altos en carbohidratos, para eliminar la acumulación de la placa y la corrosión de la dentina. Es importante entender la alimentación balanceada no solo como fundamental para la salud integral, sino también es prioritaria en la salud bucal.
- Limitar los malos hábitos como el tabaco o el alcohol: el consumo de este tipo de sustancia debilita y corroe los dientes, por lo que es importante entender que no sólo afecta estéticamente a los dientes, sino a un nivel mucho más profundo y complejo.
- La importancia de asistir de forma regular al dentista para realizar una limpieza bucal y eliminar los rastros de sarro.
Beneficios de la odontología preventiva
La odontología preventiva, no sólo consigue que tengas los dientes más limpios. Permite que cualquier enfermedad o problema dental, que esté en desarrollo, se pueda mantener a raya. Por lo tanto, a la hora de tratarlo, será mucho más fácil y los resultados serán mejores. Ya que no pondrá en peligro la estabilidad de alguna pieza dental.
Cuando pensamos ahora en el factor económico relacionado con la odontología preventiva, los gastos no se ven muy altos, pues como hemos tratado antes, la mayoría de las cosas que se deben hacer, se hacen en casa, sin necesidad de grandes implementos, un buen cepillo de dientes, hilo dental, enjuague bucal y pasta de dientes, unidos a una buena alimentación y a una buena técnica de cepillado, es suficiente para mantener una higiene bucal óptima.
A su vez, las visitas al dentista serán más económicas y sólo se trata de una revisión de rutina y una limpieza general. Contrario a lo que ocurre cuando hablamos de odontología correctiva, en la que se debe invertir mucho más, por su naturaleza de resolución de problemas y todo lo que eso implica, lo cual discutiremos a continuación.
Odontología correctiva o restauradora
Esta se encarga de solventar los daños presentes en la boca. Es decir, trata de proporcionar atención clínica y asistencia a todos los pacientes que requieren trabajos dentales o procedimientos realizados en sus dientes o encías. Si hay una condición o un problema dental complicado, los dentistas abordarán la situación y proporcionarán una solución. Como su nombre indica, el objetivo es restaurar las funciones normales y el aspecto de los dientes.
Dentro de la odontología correctiva o restauradora, se incluye la etapa de evaluación y diagnóstico, y luego a la etapa de rehabilitación del procedimiento, por ende es amplia y abarca otras especialidades de la odontología, como la endodoncia, que es el cuidado general de la pulpa dental y el tejido circundante alrededor del diente, la periodoncia, la cual se refiere al cuidado general del paciente, la ortodoncia que se encarga de corregir las malposiciones de los dientes en las arcadas dentarias, tanto en el maxilar superior como en la mandíbula y la relación entre los dientes de ambos maxilares, las prótesis, que es la atención integral de los pacientes con dientes perdidos.
La odontología correctiva o restaurativa también puede trabajar en estrecha colaboración con la odontología cosmética, debido a que lo último se trata de mejorar la estética del área de la boca y los dientes, esta suele utilizarse no solo en casos en los que ya la sonrisa y los dientes se encuentren en buen estado, sino también en aquellos casos que luego de un tratamiento, desean también mejorar la visual de los mismos.
Cuando vemos esto, es evidente que a simple vista, los costos son mucho más elevados en comparación con la odontología preventiva, es por ello que es fundamental comprometernos con la prevención, higiene y salud bucal desde la primera infancia, para así tener que evitar costos mayores en procedimientos más complejos, invasivos, costosos y dolorosos en la edad adulta.
Los tratamientos odontológicos para corregir patologías, son costosos, no solo por la cantidad de materiales que requieren, sino porque dependiendo de su complejidad, se necesita de mucho tiempo para poder solventar la situación, por lo que -de nuevo- entra la importancia de la odontología preventiva. Una buena higiene bucal en casa y las visitas recomendadas al dentista, pueden detectar a tiempo patologías que de ser atacadas en su comienzo, pueden evitar complicaciones a largo plazo, que requerirán de mayor esfuerzo por parte del odontólogo y del paciente.
Otro aspecto a considerar es que, si bien es cierto, se pueden encontrar ofertas que económicamente pueden ser atractivas, es importante entender que a veces lo más económico no necesariamente es lo mejor, y menos cuando se habla de salud. Es importante contar con profesionales en los que confiemos y que sean especialistas en su área de atención y de los cuales podamos comprobar sus acreditaciones. Pues ponernos en manos de alguien que no cumple con los requerimientos legales para la atención, puede generar muchos problemas a nuestra salud, así como mucho más gasto, pues no solo se le pagará a quien nos atienda por primera vez, sino a quien deba corregir todo lo que hizo mal el anterior.
La salud bucal, como hablamos antes, forma parte fundamental de la salud integral y es necesario que comencemos a verla de esa manera y no como un lugar al que acudimos única y exclusivamente cuando el problema ya no lo podemos solucionar.