¿Hoteles sin niños, geniales o discriminatorios?

Ya te habrás fijado que en la actualidad hay hoteles para todo. Hay hoteles para animales, hay hoteles para desconectar y no usar las nuevas tecnologías. Sin embargo, los hoteles que más polémica han causado son los que prohíben la entrada a niños. En estos momentos están de rabiosa actualidad y tienen éxito. Es ahí cuando se abre el melón. Un debate muy interesante sobre si estos lugares son idílicos o fomentan la discriminación. Y es que estamos hablando de un lugar que no permite la entrada a los niños.

La primera pregunta es saber si es legal. En primer lugar, es importante recalcar que un establecimiento tiene libertad para anunciar sus servicios como destinados a un determinado público, por ejemplo, familias, personas con mascotas u hoteles gay-friendly. Es decir, ese puede ser su reclamo. Pero según dicen los expertos en legalidad, en ninguno de estos casos se restringe el acceso al resto de personas. Y es que los denominados “hoteles solo para adultos” roza la legalidad.

Es decir, que una pareja sin hijos puede alojarse en un hotel para familias con niños, una persona sin mascota puede ir a un albergue especializado en personas con mascota y una pareja heterosexual podrá ir a un hotel gay-friendly si lo desea. La ley no contempla el negar el acceso a una persona solo por su edad. Sin embargo, lo que sí pueden hacer los hoteles es anunciarse de una determinada manera para un público en concreto, de forma que las personas que atraigan cumplan el perfil deseado.

“Es un aspecto del marketing hotelero”, nos aseguran desde HotelUP, como especialistas en marketing online para hoteles y posicionamiento SEO y SEM. “Son, por tanto, medidas orientadas a aumentar tu venta directa reduciendo el nivel de dependencia de las OTA´s y potenciando la fidelización de los clientes a tu marca o establecimiento hotelero”, explican.

Lo que está claro es que si una pareja busca tranquilidad sin niños, pues se alojará en un establecimiento que se haya anunciado como “solo adultos”. Lo mismo ocurriría en el caso contrario: no es frecuente que una familia con niños pequeños desee pasar sus vacaciones en un lugar con ofertas de “pack romántico”, sesiones de spa o que, por otro lado, promueva actividades de ocio nocturno, como discotecas y fiestas. Es un aspecto de sentido común.

Derecho de admisión

Muchas personas tienen dudas sobre si un hotel puede reservarse el derecho de admisión. Al estilo del famoso cartel que suelen poner en las discotecas. La respuesta es que sí, pero este derecho no es ilimitado. En el caso de las mascotas, por ejemplo, será el hotel, albergue u otro tipo de hospedaje el que decida las normas que desee imponer en este aspecto: algunos admitirán mascotas y otros no, y los huéspedes se deberán acoger a estas normas.   Sin embargo, en otros casos no se puede aplicar el derecho de admisión, una ley que varía ligeramente según la comunidad autónoma en la que nos encontremos. No es el primer caso de derecho de admisión que acaba en los tribunales.

Algo que confirman desde las asociaciones de consumidores. Para ellos objetivar el concepto ‘niño’ asimilándolo a ‘ruido’ nos parece arbitrario, porque hay niños que no son ruidosos y adultos que si lo son”, por lo que la solución sería “hablar de hotel silencioso”. No se puede plantear que se prohíba la entrada a niños por el mero hecho de serlo”, indica su portavoz Rubén Sánchez, para quien “los gustos de la clientela no justifican una determinada oferta”.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), admiten que es un tema que “no tiene una regulación clara”, a pesar de que ha habido pronunciamientos de la Agencia Valenciana de Turismo y de la Junta de Andalucía reconociendo que no se puede prohibir la entrada a menores.

Son muchas las opiniones de personas que están a favor de encontrar un lugar sin niños que gritan, juegan o incluso que pueden llorar por la noche. Y esto es un no parar. La oferta de hoteles que excluyen a las familias con hijos no para de crecer. Un estudio realizado por Liligo estima que existen alrededor de 750 hoteles en todo el mundo bajo el concepto adults only, aunque algunas fuentes aseguran que el número es mayor.

En resumen, los hoteles no pueden prohibir la entrada a todo un colectivo o a todas las personas que no cumplan ciertas características, como raza, sexo, nacionalidad o edad, aunque sí son libres de ofrecer servicios que consideren puedan interesar a su público deseado. Así pues, la próxima vez ya sabes. Pero está claro que tienes que ir a sitios que cumplan con tus necesidades.

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