El químico Stewart Adams inventó el ibuprofeno en 1962, pero apareció en el mercado farmacéutico en 1969, concretamente en Gran Bretaña. Stewart lo creó para curar su propia resaca, pero también quería encontrar un nuevo tratamiento para la artritis reumatoide que fuera tan efectivo como los esteroides, pero sin efectos secundarios. Adams se dio cuenta que el analgésico le curó la resaca que tenía y así lo explicó en un discurso. « Era el primero en hablar y me dolía la cabeza después de haber salido la noche anterior con mis amigos », contó a la cadena BBC. «Así que me preparé una dosis de 600 mg sólo para estar seguro y descubrí que era muy efectiva», añadió.
El ibuprofeno es uno de los analgésicos más utilizados en el mundo y aparece en la lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es muy importante tomarlo bajo supervisión médica y no se deberían superar los 2.400 mg diarios. «El ibuprofeno es un analgésico antiinflamatorio y antipirético que actúa como inhibidor no selectivo de la ciclooxigenasa, por tanto se utiliza en el tratamiento del dolor leve o moderado en procesos inflamatorios, traumatismos o dolor posoperatorio y en cuadros febriles leves», informa el Dr. Alfonso Vidal, coordinador de las unidades del Dolor de Hospital Quirónsalud Sur y Hospital La Luz de Madrid.
Desde el año 2019 no se puede adquirir en la modalidad de los 600 gramos sin que este sea recetado por un médico. No es aconsejable tomarlo con el estómago vacío por la posible acción sobre la mucosa gástrica, pero tampoco es adecuado tomarlo después de comer, porque podría disminuir su absorción. Un estudio, publicado en el Journal of the American College of Cardiology, muestra problemas entre las personas que toman simultáneamente ibuprofeno con anticoagulantes orales, por lo que se ha registrado un mayor riesgo de sufrir infartos y mayores posibilidades de sangrado.
El médico Vidal explica cuándo no tomarlo. «En pacientes con hipersensibilidad conocida o problemas relacionados con patología preexistente, hipertensión arterial, gastritis, alteraciones renales o hepáticas». Tienes que saber que si tomas más de lo recetado puedes tener problemas relacionados con alteraciones en el estómago o también puede producir insuficiencia renal aguda por sobredosis.
Varios estudios científicos han comprobado que tomar ibuprofeno puede disminuir la producción de testosterona y causar impotencia sexual. Incluso, si los niveles de testosterona caen tan drásticamente puede causar que los testículos se contraigan. Además, este medicamento no es recomendable para mujeres embarazadas, porque podría ocasionar malformaciones congénitas.
Muchos deportistas recurren con excesiva frecuencia a este analgésico, pero el doctor Vicente Arribas de Paz, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Sanitas de La Zarzuela, explica que “es un peligroso error porque puede enmascarar una lesión muscular o tendinosa. Al no percibir el dolor el deportista vuelve a ejercitar ese músculo con lo que puede producirse un daño mayor”.
El profesional aconseja tomar analgésico según dicte el médico y guardar reposo. Muchos deportistas se toman un ibuprofeno antes de una competición para evitar el dolor. “Su función no es preventiva y no va a mejorar ni las marcas ni el rendimiento del deportista”, explica el doctor.
¿Quieres trabajar en la industria farmacéutica?
Si tienes dudas sobre este medicamento puedes consultar al farmacéutico o auxiliar. Muchos jóvenes deciden trabajar en la industria farmacéutica, porque es un empleo estable. Casi el 95 % de las personas tituladas en Farmacia consiguen trabajar en una farmacia tres años después de haber acabado sus estudios. Las personas tituladas en Farmacia también trabajan en la industria química de producción de medicamentos, en la docencia o la investigación doctoral.
Aunque la formación profesional o FP también está experimentando un crecimiento positivo, por lo que en España se ha superado el millón de alumnos matriculados en FP. Según el Centro Oficial de Formación Profesional (CCC), las FP con más salidas laborales son Ciclo de Grado Superior de Educación Infantil, Grado Medio en Cuidados Auxiliares de Enfermería, Técnico en Electromecánica de Vehículos Automóviles, Técnico Superior en Administración y Finanzas, Ciclo Formativo de Grado Superior en Administración de Sistemas Informáticos en Red, FP de Técnico en Farmacia y Parafarmacia, etc.
Los profesionales de Pharmavolution, que son expertos en formación en el sector de la farmacia, explican las ventajas de trabajar en dicho sector:
-La industria farmacéutica está en constante evolución, es muy importante la investigación porque cada vez surgen más enfermedades y patologías.
-Es fundamental desarrollar nuevos medicamentos que permitan mejorar la salud.
-Las profesiones sanitarias contribuyen al bienestar de la sociedad, ya que la inversión en medicamentos aumenta la esperanza de vida.
-Para trabajar en la industria farmacéutica estudiarás Nutrición, Fisiología, Botánica, Microbiología, Química, Biología, Bioquímica, etc.
– En España la industria farmacéutica es líder en inversión en I+D.
-En 2021, la industria farmacéutica contrató a 5.756 personas.
-Un 93,4% de los contratos son indefinidos.
-Apuesta por la igualdad porque más del 53% de las personas que trabajan en la industria farmacéutica son mujeres.