Yo hay cosas que no termino de entender. Mientras que el país entra en una especie de alarma social por la falta de nacimientos, mi hermana tiene que solicitar plaza para su hija entres colegios diferentes para conseguir, por fin, plaza en un cuarto colegio que está a unos dos kilómetros de su vivienda habiendo centros escolares públicos mucho más cercanos. ¿No es esto un poco contradictorio?
Los nacimientos han caído casi un 30% en la última década en España y, según dicen los medios, el panorama de la fecundidad es desolador. Por lo visto, estamos en saldo negativo entre nacimientos y muertes y cada vez tenemos más ancianos y menos niños, lo que complica la vida en nuestro país muchísimo. Y, sin embargo, algunos padres tienen que luchar con uñas y dientes para conseguir una plaza en un colegio público para sus hijos. No lo entiendo.
Hace unos años estábamos preocupados por la masiva llegada de inmigrantes y la falta de trabajo en nuestro país y, hoy por hoy, si no fuera por esos inmigrantes habría aún menos niños en nuestras calles. De hecho, hay expertos que abogan por favorecer la llegada de inmigrantes con la esperanza de que nuestra natalidad aumente pues, la media de hijos por mujer, está actualmente en 1,25 mientras que en los años 70 estaba en 2,8 y hace una década hablábamos de 1,44 hijos.
En números reales, hablamos de unos 520.000 nacimientos en 2008 y de unos 370.000 nacimientos en 2018. Diez años y más de 15.000 nacimientos al año menos. Si seguimos así, la situación no será grave, será prácticamente irreversible. Y de nuevo yo, vuelvo a lo mismo, si no hay niños ¿por qué hay problemas para inscribir a tu pequeño en el colegio que deseas?
Al final, tras mucho darle vueltas y no ver la luz por ninguna parte, hemos decidido hablar con expertos en la materia y la respuesta es clara, la sociedad no es equitativa. Los colegios públicos españoles deberían dar los mismos servicios a todos los padres, así como la misma calidad de enseñanza o, por lo menos, muy similar, y sin embargo hay colegios públicos mucho mejores, en todos los aspectos, en unas zonas que en otras, y eso provoca que esos centros escolares se colapsen mientras que otros no consiguen llenar sus aulas.
¿A quién echamos la culpa entonces? Es ridículo pensar que un niño nacido en un barrio “rico” de Madrid vaya a tener mejor educación pública que uno nacido en barrio “pobre”, pero esa es la realidad hoy en día, y el problema es que no es tan fácil cambiar la situación como muchos pensamos. Por eso muchos padres y madres recurren, bien como segunda opción, o directamente como primera, a los colegios concertados. Esta escuela infantil en Bilbao es una de las más demandadas todos los años en esa provincia y es, como veníamos viendo, una escuela concertada. Los niños que acceden a sus plazas a los 3 y 4 años, suelen seguir estudiando en el colegio durante toda la primaria, por lo que el Madre de Dios Ikastetxea se convierte cada año, irremediablemente, en uno de los colegios que cuelgan el cartel de lleno a diferencia de otros que han de escarbar entre las piedras para buscar alumnos.
Como dato constatado, el año pasado la enseñanza concertada cano más de 20.000 alumnos según el diario Público.
La otra cara de la moneda
Sin embargo, lo más triste no es que habiendo falta de niños y demasiadas plazas escolares vacías en el cómputo general de nuestro país haya colegios colapsados mientras que otros tienen falta de alumnos en el centro de las ciudades, sino que hay colegios que están a punto de cerrar sus verjas, otros que ya han cerrado, y otros que cerrarán en los próximos años, debido a la despoblación rural en pueblos y aldeas.
En Galicia, el año pasado cerraron 54 colegios rurales por falta de alumnos. De hecho, en una década este cierre a afectado a, al menos, 200 centros educativos, y los pocos niños que quedan viviendo en los alrededores deben acudir a colegios más grandes y alejados de su vivienda lo que provoca que muchos padres decidan mudarse cerca de dichos colegios y se forma un círculo vicioso imposible de parar: como hay pocos niños cierran colegios y esos niños son enviados a colegios alejados, lo que provoca que la familia al completo se mude despoblando aún más la zona en la que vivían antes del cierre del colegio.
Visto lo visto ¿quién tiene la solución a todo este problema? ¿Educación, inmigración, los futuros padres y madres del país? ¿Quién?