La sostenibilidad es lo que está de moda hoy en día, y es que sea cual sea el mercado, comida, ropa, joyas, tecnología, etc.; la tendencia es el consumo responsable de los productos, tanto de parte de los consumidores quienes están cuidado cada vez más sus hábitos, como de parte de las empresas que ahora se avocan a producir de forma más amistosa con el medio ambiente.
En el caso de la joyería, esta siempre ha estado relacionada con un impacto social y ambiental muy alto, por lo que le llegó el momento de enfrentar los desafíos necesarios para unirse a la tendencia de la sostenibilidad: generar condiciones que garanticen los derechos humanos y laborales; y como disminuir la enorme huella de carbono generada por el proceso de extracción y fabricación de joyas, entre otros.
Así que en este artículo nos pasearemos por el impacto que ha tenido la joyería en este ámbito y los cambios que podemos notar hoy en día en pro de un consumo más amigable con el medio ambiente.
El impacto ambiental y social de la joyería
Una de las principales actividades para la fabricación de la joyería fina es la extracción de la materia prima, pues este tipo de joyería está producida con al menos una piedra o metal precioso que debe substraerse del suelo.
Pero, sucede que en gran parte de los países en desarrollo en donde se lleva a cabo esta actividad, el sector de la joyería se ha visto relacionado con problemáticas sociales y ambientales tales como el trabajo infantil, violencia de género, ausencia o limitaciones a la seguridad social, ineficiencia en el uso de los recursos naturales y en algunos casos incluso, financiación de conflictos bélicos para el control de los materiales.
Así mismo, esta actividad del sector primario ha sido responsable por el envenenamiento de personas y de áreas naturales; ha apoyado prácticas de deforestación y degradación de bosques; y no precisamente ha sido la más responsable en el mantenimiento de las formas de sustento y el entorno de las poblaciones que habitan y laboran en el sector minero.
Sin embargo, y aunque el mantenimiento de la práctica ya se estaba volviendo insostenible, varios factores hacen la salvedad. Según la Conferencia de Joyería Responsable de Chicago de 2017 señaló que la minería artesanal alimenta a millones de familias que podrían no comer de otra manera. Mientras que, el Banco Mundial estimó que al menos 100 millones de personas, trabajadores y familias, en todo el mundo participan en la minería artesanal. Por lo tanto, el objetivo principal ahora es continuar con las actividades de explotación de las minas, pero de manera segura, y ofreciendo ingresos dignos a las familias y comunidades que trabajan en el sector, entre otras medidas.
La joyería sostenible y ética
En vista de los problemas anteriormente explicados, se ha comenzado a practicar la joyería sostenible y ética dentro del mundo de la joyería.
Esta se refiere a ornamentos creados a partir de metales, minerales o piedras preciosas que han sido extraídos de minas certificadas, a pequeña escala o incluso de reciclaje. Por lo que los materiales provienen de zonas donde la explotación de los recursos no ha alterado significativamente de forma negativa la vida de los habitantes y sus colaboradores, siguiendo buenas prácticas laborales, involucrando a población vulnerable (como comunidades indígenas o migrantes); y estimulando el desarrollo de habilidades de ciertos grupos sociales (madres solteras o reclusos en cárceles).
Por su parte, los joyeros éticos y sostenibles están informados sobre el impacto que tiene su trabajo orfebre en el medio ambiente, y por lo tanto, involucran los principios del comercio ético y justo.
Materiales que utiliza la joyería sostenible
La joyería sostenible y ética, al igual que la tradicional, se caracteriza por utilizar materiales nobles como el oro y la plata y las piedras preciosas. Lo que hace la diferencia entre una y otra es la forma de obtenerlos y las condiciones de su extracción. Los expertos en materia lo definen como:
Lo que define una joya no son solo los materiales sino su función y el fin que tiene. Tenemos grandes joyas hechas con oro, pero también grandes joyas hechas con restos de plásticos del mar. Lo importante no es la joya, sino su significado para el creador y para el porteador. Eso sí, es importante que las artesanas y diseñadoras hablen claro sobre qué tipo de materiales están usando, y no vender una cosa por otra. No es lo mismo una pieza de plata que una pieza de latón bañada en plata o rodio.
En miras de lograr esto, la joyería sostenible se valdrá de la práctica de nuevas medidas más responsables, las cuales, nuestros amigos de Joyería Lorena, especialistas con años de experiencia en el sector, nos explican a continuación.
Extracción de oro responsable
Como sabemos, el oro y la plata son dos de los materiales más utilizados en joyería; y sucede que en el caso del oro, su extracción se ha posicionado durante años como una de las causas del desplazamiento de comunidades originarias, así como de la contaminación de cuerpos de agua debido al vertido de sustancias químicas como cianuro y mercurio, que son necesarias para separar el oro del mineral, entre otros impactos negativos sobre el medio ambiente.
Así, los nuevos joyeros éticos rechazan el “oro sucio” y recurren a trabajar con proveedores de oro certificados. Dos de estas certificaciones son Fairmined y Fairtrade.
Dichas etiquetas son otorgadas por ONG’s que apoyan a minas artesanales que buscan preservar el medio ambiente en términos de métodos de extracción, junto con condiciones de trabajo y salarios dignos para los mineros, los cuales son promovidos gracias a la Alianza por la Minería Responsable ; una iniciativa global que surge con el objetivo de transformar la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) en una actividad social y ambientalmente responsable que mejore la calidad de vida de los mineros artesanales y su entorno.
Por otro lado, hay marcas joyeras que se han unido a esta práctica más consciente con el medio ambiente y ahora usan 100 por ciento oro ético con certificación Fairmined para sus productos, garantizando, desde el abastecimiento responsable, hasta la trazabilidad de las materias primas.
Por último, otro ejemplo que vale la pena mencionar es la campaña “No Dirty Gold” creada por la ONG Earthworks, que ha logrado que más de 100 minoristas de oro se comprometan a comprar minerales de empresas que no estén en conflicto con la ecología y los derechos humanos.
Reciclaje y Reutilización
Como mencionamos, la joyería sostenible y ética se preocupa por el origen de los metales y gemas que utiliza en sus piezas; y lo que el sector tiene a su favor es que a diferencia de otros productos, como la ropa, el oro y la plata se funden y se utilizan nuevamente, dando paso al reciclaje.
Así, la joyería sostenible fomenta la reutilización y recuperación de joyas antiguas, ya que estos materiales pueden ser reciclados para siempre sin perder su calidad, ni estropear la creación de una pieza nueva.
También está otra tendencia que ha nacido en los últimos años y que busca obtener metales preciosos a un menor costo a través del reciclaje de desechos electrónicos. En cuanto a esto, el informe “Global E-waste Monitor 2020”, que realiza la Organización de las Naciones Unidas (ONU), encontró que en el 2019 se desechó una cantidad récord de 53.6 millones de toneladas de desechos electrónicos, y sólo el 17.4 por ciento fue reciclado.
Esta basura electrónica tiene un valor aproximado de 57 mil millones de dólares, pudiendo ser perfectamente aprovechado por el sector joyero para la creación de nuevas y hermosas piezas rescatando metales valiosos como el oro, plata y cobre.
Diamantes artificiales
Desde que se estrenó la película “Diamante de sangre” en 2006, la cual expuso la corrupción de la minería y el comercio de diamantes, se aumentó la conciencia entre los consumidores y comenzó un camino obligado para la industria de diamantes de ser más transparente con sus prácticas.
Por esto, algunas marcas están optando por el uso de cristales sintéticos creados en laboratorio, que en comparación con los diamantes extraídos, tienen una huella de carbono significativamente menor. Además que, también suelen ser de un costo menor.
En conclusión, el ámbito de la joyería sostenible está en crecimiento, en especial gracias al auge de marcas que toman acción y responsabilidad a la hora de crear sus colecciones de forma más responsable y respetuosa. Esto también con el objetivo de satisfacer la cada vez más creciente exigencia de los consumidores que ahora buscan consumir solo aquellos productos que garanticen un proceso de elaboración consciente con el ambiente, además de por el bienestar propio y la necesidad y beneficios de cuidar lo que nos ofrece nuestro planeta.
Ser un joyero ético o sostenible se trata de hacer un esfuerzo no sólo porque la joya brille por su valor artístico, sino también por el valor social y/o ambiental con la que es creada.