Las generaciones actuales estamos presenciando un cambio en la forma en la que nos concebimos a nosotros mismos y el medio que nos rodea, lo cual está impactando directamente en nuestros valores y creencias como consumidores y, en consecuencia, también en las empresas de varios sectores.
Hoy en día, la sociedad esta experimentando una tendencia cada vez más grande hacia una mentalidad eco sostenible que se preocupa por consumir productos ecológicos y la mejora de procesos para reducir emisiones contaminantes derivados de la producción o movilidad urbana.
Sin embargo, ¿será esto una moda pasajera o se mantendrá como una constante en los mercados de ahora en adelante?
¿De qué va la publicidad ecológica?
La publicidad en general tiene tres funciones principales: informar, recordar y persuadir; mientras que el objetivo de la publicidad ecológica es crear conciencia y actitudes positivas hacia la conservación del medio ambiente.
De moda pasajera a tendencia mundial
La aparición de este nuevo marketing ecológico ha ido provocando cambios significantes en el comportamiento de compra de los consumidores. De hecho, una encuesta reciente muestra que uno de cada tres consumidores prefiere opciones ecológicas al comprar productos. El 35% de las personas incluso están dispuestas a gastar más dinero en dichos productos, y el 56% es «ligeramente probable» de considerar pagar un precio más alto por ellos. Por su parte, los españoles no se quedan atrás, ya que el 73,5% toma decisiones de consumo movidos por factores éticos y sostenibles, según el informe ‘Otro consumo para un futuro mejor’ de OCU y Foro Nes.
En los últimos años, cada vez más clientes están buscando productos ecológicos, con un interés creciente en artículos veganos, con empaquetado reciclado, o con componentes biodegradables. De hecho, de acuerdo a datos de un reciente estudio global de la agencia Nielsen, más del 80% de los participantes en consideró firmemente que las empresas deberían ayudar a mejorar el medio ambiente y admitieron además que están dispuestos a apoyar a aquellas marcas que muestren un compromiso auténtico con campañas de marketing verde o social, acciones de RSC y voluntariados con la plantilla para cuidar el entorno natural, entre otros.
Además, sucede que esta tendencia hacia la sostenibilidad no se limita a los millennials solamente: sino que se ha expandido entre generaciones, géneros y regiones. Prueba de ello es que hace 5 años las ventas de productos sostenibles obtuvieron beneficios de 97 mil millones de euros, cifra que ha ido en crecimiento hasta llegar a la actualidad.
A la vez, muchos factores culturales han contribuido al repentino aumento del interés en el medio ambiente, entre estos, las recientes protestas mundiales contra el cambio climático, la figura de Greta Thunberg, el auge del contenido de índole reivindicativo en las redes sociales y el nuevo rol activista del ciudadano común.
Por esto mismo, durante la última década hemos vivido una afluencia de marcas ecológicas en el mercado para satisfacer la demanda de los consumidores; mientras que las empresas ya existentes han optado por adoptar un enfoque sostenible.
Así, hemos llegado a un punto de no retorno, en el que el consumidor cada vez está más informado y ha aprendido a desarrollar una actitud crítica hacia la sostenibilidad de los productos que consume. Por lo que, una moda que parecía pasajera, se ha convertido en una tendencia que ha llegado para quedarse, modificando para siempre nuestra sociedad y sus hábitos de consumo.
Las campañas de marketing ecológico
Los gobiernos, instituciones y oenegés está promoviendo una concienciación de la sociedad hacia un modelo medioambiental sostenible, valiéndose del alcance de la publicidad. Y es que esta destaca por ser un medio de difusión que tiene el poder de comunicar y movilizar a las masas, ayudando a despertar conciencias e incluso modificando comportamientos y decisiones de compra.
Así, desde el 2009 ya presenciábamos campañas green marketing como la que realizó Vokswagen bajo el nombre de “Un árbol de serie.” Esta campaña promovía la plantación de un árbol por cada coche vendido, y de esta forma contribuían a reducir el impacto de la emisión de CO2 de los coches.
También está la campaña más reciente de Estrella Damm, “Otra forma de vivir,” que divulga un mensaje de concienciación y activación para que el consumidor habitual de la marca colabore con el medio ambiente de una forma fácil y consumiendo el mismo producto que ha consumido hasta ahora. Así mismo, han buscado hacer algunas mejoras las prácticas ecológicas para la elaboración del producto, utilizando ingredientes de proximidad, potenciando el uso de los envases reciclables e iniciando pruebas para retirar las anillas de plástico de las latas.
Y es que Damm ha hecho lo que muchas marcas buscan ahora, desarrollar una estrategia de fidelización a través de las campañas previas de Mediterráneamente, ganándose un perfil de público comprador afín a los valores de la marca. De esta forma, ha ido sensibilizando a un consumidor ya fidelizado, a la vez que ha comenzado a llegar a un público todavía más joven y más consciente de la ecología y sostenibilidad de nuestro ecosistema y que aprecia sus nuevos valores de sostenibilidad y ecologismo. Todo esto a través de la mejora del producto y su comunicación.
Dichas campañas han ido evolucionando con el paso del tiempo y hoy en día dan un paso más allá y apelan dos dimensiones diferenciadas: la social y la empresarial. La primera de ellas, invita a los consumidores a tener comportamientos sociales que mejoren la calidad de vida de la sociedad, y a divulgar mensajes sostenibles a través de la comunicación de marca. La segunda, en cambio, busca promover la innovación en la mejora de la sostenibilidad de los productos y procesos de creación y transformación de los mismos, hasta lograr tener un mínimo impacto al entorno natural y manteniendo la esencia del producto.
Para lograr todo este efecto, la creatividad e innovación son herramientas clave para las empresas. Con el poder de estas dos disciplinas se mejoran productos y metodologías existentes que nos llevan a una tendencia cada vez mayor de valorar los productos más naturales y que producen un menor impacto ambiental. Además de que logramos comunicar valores, tendencias y comportamientos para reafirmar los nuevos valores ecológicos de su público consumidor.
Los efectos del green marketing
Publigar, agencia de marketing para empresas, nos cuenta que este nuevo modelo de producción y comunicación de las corporaciones más comprometido con la naturaleza permite minimizar el impacto medioambiental, a la vez que supone una ventaja competitiva respecto a otras marcas del sector, que las hace destacar al mostrar una imagen de responsabilidad hacia el entorno.
Y es que hoy en día, las empresas que no asumen el reto de favorecer un desarrollo económico y medioambiental controlado, tienen una mayor tendencia en perder cuota de mercado, debido a que los consumidores buscan consumir aquellas marcas que se valen de su publicidad para divulgar mensajes sostenibles.
Por otro lado, la innovación de productos que satisfagan las necesidades y gustos de los consumidores provocando un mínimo impacto al entorno natural, ayuda a incrementar la conciencia ecológica de la sociedad en general. Gracias a esto estamos creando un mercado en el que el 76,1% de los ciudadanos están interesados en la ecología y el medio ambiente, y en el que un 30% de los consumidores prefiere comprar marcas que realizan acciones medioambientales o sociales vs. las tradicionales, por lo que el papel de la publicidad es clave para seguir aumentando esta cifra.
Además, las campañas de marketing sostenible, además de ayudar a diferenciar a las marcas que se preocupan por su impacto en el medio ambiente, también funcionan como potentes divulgadoras medioambientales que ayudan a cambiar la actitud de los consumidores que demandan cada vez más marcas y productos más sostenibles.
Por su parte, los productos también han experimentado cambios importantes debido a esta tendencia medioambiental, dando sé la oportunidad de crear un mercado de productos ecológicos, promovido en gran parte por la demanda del consumidor y derivada del poder de la publicidad. Un ejemplo de ello sería el sector de las bebidas alcohólicas, en las que sean hecho muy populares los vinos ecológicos. Pero también podemos encontrar muchos otros ejemplos destacables en otros sectores como la alimentación y productos de higiene o del hogar.
El marketing ecológico en los próximos años
La implicación y compromiso de todos los entes del mercado seguirá siendo fundamental para crear un futuro sostenible, sin embargo, el uso de la publicidad y el marketing ecológico junto con la producción de productos más eco sostenibles, serán clave para llegar a un consumidor cada vez más informado, consciente y responsable.
Y es que, en conclusión, es el valor estratégico y el potencial creativo de las agencias de publicidad lo que permite crear y consolidar marcas potentes que transmitan a la sociedad valores sostenibles y medioambientales, y que dirija a las masas hacia este futuro.
La publicidad tiene el poder de apelar las emociones del consumidor sin dejar de ofrecer argumentos racionales, con lo que su contribución es clave para que la moda de lo eco, green o sostenible haya llegado para quedarse.