Impresión ¿offset o digital?

Lejos queda la imprenta inventada por Gutenberg allá por mediados del siglo XV. Este invento que revolucionó el mundo y cambio absolutamente la difusión de la información y el conocimiento. Ese invento revolucionario e innovador, revestía una complejidad actualmente obsoleta. Las planchas de metal fundido para componer las palabras que habrían de imprimirse, eran toda una obra de arte. El trabajo de impresión, era una tarea tan laboriosa, como interesante. La evolución y la tecnología, han hecho que todo lo relacionado con la impresión, pierda complejidad. Gracias a la impresión digital, las planchas de metal, no son necesarias. Sin embargo, la impresión offset, todavía mantiene esa esencia de la imprenta en sus orígenes. Los expertos en publicidad y artes gráficas de Algrama, nos han hablado de las diferencias entre offset y digital. Para cuando nos surjan las dudas sobre que método es mejor para realizar nuestras impresiones.

La impresión offset ha sido hasta hace relativamente poco, la reina en cuestión de impresión, la calidad de la misma que ofrece era insuperable. En la actualidad, la impresión digital, es bastante similar y no tiene nada que envidiar a su compañera analógica. La elección de un sistema de impresión u otro, va en función de las necesidades y lo que se pretenda conseguir.

¿Qué necesitas imprimir?

Como decimos, la elección de uno u otro método de impresión, depende de las necesidades del momento. Puesto que la calidad es muy similar en ambos tipos de impresión, hay que tener en cuenta una serie de factores que van a ayudarnos a elegir cual de los dos sistemas nos conviene.

En primer lugar, tenemos que tener claro que queremos imprimir y la cantidad. Si se trata de una tirada pequeña, de pocos ejemplares, lo más conveniente, es recurrir a la impresión digital. Una tirada de libros o catálogos que oscile entre los cuatro y quinientas copias, se considera pequeña. En los casos de flyers, carteles, folletos, etc. entre cien y dos mil ejemplares, a razón del tamaño, páginas, etc. están dentro del rango de las tiradas pequeñas.

Cuando las cantidades superan los quinientos ejemplares en libros o catálogos y los dos mil en folletos y demás, lo más conveniente, es recurrir a la impresión offset. La imprenta offset resulta más económica a la hora de realizar grandes tiradas.

Otro aspecto a tener en cuenta, es la urgencia del trabajo. Si la impresión debe ser inmediata, es decir, en un tiempo corto de tiempo, lo mejor es recurrir a la impresión digital. Esto permite un trabajo rápido, la tinta ya sale seca y se puede encuadernar o ensobrar en el momento. La impresión offset, cuenta con un proceso de trabajo que puede llevar días, ya que requiere de tareas previas como la generación de las planchas, imprimir los trabajos, esperar a que se seque la tinta y en última instancia, encuadernar o procurar el acabado final.

Ante la inminencia de necesitar una tirada de cinco mil catálogos o libros de doscientas páginas de un día para otro, la imposibilidad de lograrlo es imposible con cualquiera de los métodos. Podrían hacerse unos cincuenta o cien ejemplares y con algo más de tiempo, el resto de la tirada en offset.

El tamaño importa. Las imprentas admiten papel de diferentes medidas, puede que para impresión digital un tamaño mayor no sea posible, por lo que hay que recurrir a offset, aunque se trate de una tirada pequeña.

También hay que tener en cuenta el soporte de impresión. Mientras que la impresión en offset dispone de una amplia gama y tipos de papel: estucado, no estucado, cartulina, verjurado, etc., la impresión digital admite gran parte del papel offset, no todos. La ventaja en este caso es que admite impresión en PVC, imanes, papel sintético, con tinta blanca, etc.

Si lo que se necesita es una tirada de impresos numerados, con personalización y datos variables que cuenten con diferentes tipos de portada o interiores, la impresión digital es la adecuada. Aunque pueden combinarse ambos métodos e imprimir el interior en offset y la portada en digital.

A razón de lo expuesto, en la mayoría de los casos, la decisión de imprimir con uno u otro sistema, va determinada por la urgencia del trabajo o los condicionantes técnicos. En otros casos, se trata de una mera cuestión económica. La lógica impera en este sentido, si la calidad es la misma, lo que resulte más barato.

Algo sobre impresión offset

Este sistema de impresión indirecto, deriva de la litografía, en donde la plancha, es mojada parcialmente con agua para repeler la tinta grasa. La invención de este tipo de impresión, surgió cuando un impresor americano, observo que si en lugar de hacer una impresión directa, se hacía sobre caucho, esta resultaba más nítida.

Para la impresión en offset, se emplean cuatro tintas de colores, las famosas CMYK, que a todo el mundo suenan y se corresponden con los colores, Cyan, Magenta, amarillo (Yellow) y negro (Black). Todo lo relativo al diseños, imágenes, fondos, etc. se descompone en porcentajes de estos colores. Con dichos porcentajes se graban las planchas de aluminio mediante un láser que dibuja en la plancha, lo que se quiere imprimir. Es necesaria una plancha para cada tinta.

Estás imprentas, están divididas en cuerpos de impresión. Cada cuerpo imprime uno de los colores y todos son iguales entre se. La diferencia es la tinta que se utilice en cada cuerpo. Las planchas se colocan enrolladas en el cilindro portaplanchas. Los rodillos mojadores aplican agua con aditivo, en las zonas donde no hay dibujo se quedan pequeñas gotas de agua en los poros microscópicos que tiene la plancha. En las zonas donde hay dibujo, esos poros están cerrados debido al calor del láser.

A continuación, los rodillos entintadores aplican la tinta del color correspondiente. Al ser grasa, las gotas de agua la repelen y la tinta se queda en las zonas secas, el dibujo propiamente dicho. En este punto, tenemos la plancha lista para transferir la imagen.

Podría transferirse la imagen directamente sobre el papel, pero la plancha se desgastaría rápido y la impresión sería imperfecta. Esa es la razón por la que se utilice un rodillo de caucho que se impresiona sobre la plancha. De este modo, la tinta que había en la plancha, se queda en el rodillo que es el que se presiona sobre el soporte para transferir la tinta. Sirve de amortiguador y controla la presión, compensando las posibles irregularidades del papel y logrando que la tinta llegue hasta el fondo de las mismas.

Un dato importante es el orden de aplicación de las tintas: primero el negro, luego el cyan, seguido del magenta y por último el amarillo.

Algo sobre impresión digital

Conocemos la impresión digital como cualquier tipo de impresión donde la imagen o texto, pasa directamente a la máquina de imprimir, sin planchas ni procesos intermedios. Esto define vagamente este tipo de impresión, pues se refiere básicamente a la impresora doméstica, la fotocopiadora o una máquina que ocupa media sala y cuesta un millón de euros. Evidentemente, siendo el mismo principio, no imprimen igual. Cada una ofrece una serie de calidades y se adapta a necesidades concretas.

Es tal el avance que ha sufrido la imprenta que en la actualidad, podemos encontrar una imprenta digital que utiliza el sistema offset, de ahí, que se la conozca como offset digital. Este tipo de imprenta, sustituye las planchas de aluminio, por planchas virtuales que, se cargan eléctricamente y se transmiten al caucho antes de llegar al papel.

Como se puede deducir, la calidad de estas impresiones es semejante a la que ofrece el offset tradicional.

Ya sabemos un poquito más sobre la impresión y como decidirnos por uno u otro sistema en caso de necesidad.

 

 

 

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