España tiene una incidencia de caries del 33% en menos de 5 años y del 95% en los adultos, de hecho, tenemos una de las tasas más altas de caries en Europa y un estudio realizado por la Organización Colegial de Dentistas de España advierte de que en 2020, además, aumentarán las patologías de la articulación temporomandibular, las enfermedades periodontales y seguiremos sin reducir la incidencia de caries en la población. Una gran expectativa ¿verdad?
Del mismo modo en el que para otras cosas España tiene muy buenos números, en la salud bucodental suspendemos estrepitosamente, y más aún en lo que a caries se refiere. Los expertos aseguran que los niños pequeños empiezan sufriendo sus primeras caries debido a una mala higiene bucodental, ya que no se les suele inculcar una rutina óptima y, por ende, tampoco la trasladan a su madurez, por lo que la situación sigue empeorando. Además, a pesar de que las primeras caries aparecen en los dientes de leche, es necesario empastar pues, de lo contrario, es posible que la caries siga avanzando hasta llegar al diente permanente del niño y se sufran afecciones derivadas.
Si a todo esto, que no es poco, le añadimos ciertas modas que están causando impacto en nuestra sociedad y que pueden causar daños en nuestra dentadura, el cóctel molotov ya está montado. Algunas de esas modas, de hecho, están ahora tan vigentes que es necesario promover su desuso de manera inmediata. Una de ellas es el uso de la pasta de dientes de carbón.
Un estudio publicado por el British Dental Journal ha demostrado que el uso de este tipo de pasta puede aumentar el riesgo de abrasiones en los dientes al tiempo que contribuye a la proliferación de caries. Pero lo más interesante de todo esto es que, además, no blanquea los dientes que el objetivo que se persigue con ella.
Pero el problema de todo esto que es la virulencia con la que llegan algunos de estos “trucos” o “productos” a nuestras televisiones, móviles y ordenadores tiene tal brutalidad que al final, sin llegar a informarnos sobre los posibles efectos adversos, caemos en la tentación de probar la efectividad de los mismos buscando una meta que, la mayoría de las veces, ni si quiera conseguimos.
Algunos Consejos
La Organización Colegial de Dentistas de España ha publicado una serie de recomendaciones para que toda la población sepa cómo prevenir las caries:
- Alimentación: lo principal, aunque parezca el consejo de la abuela, es bajar el consumo de azúcar, ya que altera los niveles de bacterias presentes en la cavidad bucal. Debemos evitar los zumos, los refrescos con gas, la bollería industrial y, por supuesto, las golosinas. Conclusión: debemos llevar una dieta sana y equilibrada.
- Higiene: cepillarnos los dientes tres veces al día, después de las principales comidas, usar el hilo dental y el colutorio, asegura una limpieza óptima. Debemos recordar también limpiar la base de nuestra lengua, los espacios interdentales, e incluso nuestro paladar.
- Revisiones: la visita el dentista anual debe ser totalmente obligatoria para toda la sociedad, una visita en la que, además, nuestro dentista realizará una limpieza profesional. No obstante, lo ideal sería visitar a nuestro dentista de confianza una media de dos veces al año, cada seis meses.
- Uso de pasta de dientes con flúor: hay muchos tipos de pasta de dientes, pero si queremos prevenir las caries debemos elegir una que contenga flúor entre sus ingredientes, pues refuerza el esmalte dental.
- Fisuras: no es extraño que, antes de llegar a la caries, nuestros dientes sufran unas pequeñas fisuras previas. Si sellamos esas fisuras, podemos frenar el desarrollo de la caries.
- En la infancia: es primordial inculcar en los niños una buena rutina de higiene bucodental. Una buena higiene aprendida será trasladada a la edad adulta del niño, consiguiendo así que mantenga esos hábitos el resto de su vida. Esto, por supuesto, debe empezar a hacerlo los padres o tutores que conviven con ellos desde el primer día en el que asoma su primer diente de leche. Obviamente, a esa edad (entre los 4 y los 6 meses de vida), la higiene la llevará a cabo el adulto pasando una casa húmeda por las encías del bebé y los dientes evitando así que el azúcar de la leche materna o de fórmula se deposite en la superficie de los dientes del bebé.