No se debe negar lo que es evidente. España es un país que está continuamente cambiando y que está sufriendo un cambio demográfico del que todos nos habremos dado cuenta a estas alturas. El aumento de la esperanza de vida ha hecho que crezca de manera muy importante el número de ancianos que hay en nuestro país. Y, aunque es verdad que el aumento de la esperanza de vida responde a un desarrollo positivo de la sociedad y la economía, también es verdad que implica que tengamos que estar mucho más atentos a las necesidades de nuestros mayores. Por mucho que hayan evolucionado las cosas, una persona con 70 u 80 años va a seguir teniendo cada vez más limitaciones en todos los sentidos.
De acuerdo con una información publicada en la página web de Planta Doce, España es más senior que nunca porque en la década que transcurrió desde 2011 a 2021 ganó 1’2 millones de personas mayores de 65 años. Pasamos de tener 8’1 a 9’3 millones de personas con una edad más avanzada de los 65 años. Y el crecimiento más grande es el que está por venir en los próximos años, cuando la generación conocida como ‘baby boom’ empiece a llegar a esa cifra.
La sociedad debe estar más atenta que nunca, por tanto, a todas las necesidades que tienen en el día a día las personas mayores. Vamos a desgranar algunas de las más importantes y que están ligadas de alguna manera con su salud. Para ello, hemos recurrido a los amigos de la residencia de mayores Nuestra Señora del Rosario, quienes vienen detectando este tipo de asuntos entre un porcentaje importante de las personas que ingresan en sus instalaciones y, en menor medida, en su servicio de ayuda a domicilio para personas dependientes en Valladolid.
Problemas de movilidad
Por todos y todas he sabido que, cuando vamos cumpliendo años, las capacidades para movernos se van reduciendo de manera progresiva. En algunos casos, esas capacidades van desapareciendo más rápidamente que en otros, pero lo que está claro es que ya no somos hombres y mujeres de 30 o 40 años y necesitamos cada vez más ayuda para poder movernos con la mayor normalidad posible.
Sería completamente normal que, a estas alturas de la vida, hubiéramos tenido algún problema físico en algún momento que continuará manifestándose cuando somos ancianos o ancianas. Si hemos tenido problemas físicos a lo largo de nuestra vida, lo lógico es que sigamos sufriendo las consecuencias cuando somos mayores. Los problemas en la cadera son los más comunes cuando alcanzamos una determinada edad y los casos relativos a los dolores o pinzamientos en la espalda se han multiplicado en los últimos tiempos.
Pérdida de los sentidos
Cuando se van cumpliendo años, los sentidos poco a poco se van perdiendo. Seguro que lo habéis podido comprobar en los casos de vuestros mayores, primero con vuestros abuelos y, en segunda instancia, con vuestros padres y madres si es que ya han llegado a esa edad. Lo más habitual es que el sentido que se pierda antes sea el del oído. De hecho, es bastante habitual que muchos de nuestros mayores lleven audífonos para tratar de paliar este asunto. La vista también es otro de los que suele irse degradando con el paso de los años.
Pero esos dos no son los únicos que se van perdiendo, por desgracia. El gusto es otro de los sentidos que deja de sentirse al 100% a medida que vamos cumpliendo años. ¿Cuántas veces habéis oído en boca de una persona mayor que no tiene apetito? Seguro que un puñado. Nada sucede por casualidad y esto responde a una degeneración de nuestro cuerpo, que nota el paso del tiempo y que requiere de cada vez más ayuda exterior. Es triste decirlo, pero creemos que es la realidad y es mejor afrontarla como es que hacernos esperanzas que tienen muchas opciones de terminar resultando falsas.
La salud mental también es foco de muchos problemas
Hablar de salud no es solamente hablar de nuestro cuerpo desde un punto de vista físico. También pueden detectarse innumerables problemas relacionados con nuestra salud mental. Y, de hecho, es exactamente eso lo que se produce entre muchas personas ancianas. Aspectos como la depresión o la ansiedad se han convertido en compañeros de viaje inseparables de muchas personas mayores. Y las consecuencias que eso tiene para su salud mental son realmente problemáticas. Pueden ser incluso peores que las de los problemas físicos.
¿Qué es lo que puede provocar que haya tantos problemas mentales entre los y las mayores? Una de las cosas que más los provocan tiene que ver con la soledad. Una noticia publicada en eldiario.es destacaba que la soledad es uno de los problemas más habituales entre los mayores puesto que afecta hasta a tres millones de personas que se encuentran por encima de los 65 años. Teniendo en cuenta que el total de población que se encuentra por encima de esa edad es de 9 millones, podemos concluir que 1 de cada 3 personas mayores de nuestro país sufre soledad. Es un auténtico drama.
La soledad no es la única cuestión que provoca ese estado de salud mental entre muchas personas mayores. El hecho de ser conscientes de cómo se va degradando nuestro cuerpo es algo que también pasa factura a nivel mental y que muchas personas no son capaces de llevar bien. Es algo perfectamente lógico y normal. No es nada fácil tener que enfrentarse a una situación así y ver cómo cosas que antes podíamos hacer sin ninguna dificultad ahora nos cuestan un mundo o somos incapaces de hacerlas. Lo cierto es que tarde o temprano nos terminará pasando a todos y a todas.
Dependencia total para todo
La dependencia es otro de los asuntos que está ligado a las personas mayores. Es algo inevitable, vaya por delante, pero hay casos en los que esa dependencia es del 100% y otros en los que todavía hay margen para realizar según qué cosas. La diferencia entre una cosa y la otra es realmente grande.
Es evidente que, en cuanto existe un mínimo grado de dependencia, las personas mayores se tienen que poner en manos de su familia o de la sociedad. Esa sociedad tiene que proveer de todos los servicios que sean necesarios para que todas aquellas personas que los necesiten puedan acceder a ellos y vivir los años que les queden con la máxima calidad de vida posible. Por suerte, nos hemos dado cuenta de lo importante que es cuidar de nuestros mayores y ahora sí que existen todo tipo de servicios que van destinados a ayudarles, unos servicios que no eran tan habituales hasta hace poco.
Hay que seguir promoviendo servicios dedicados a la tercera edad
Decíamos más arriba que el número de ancianos y ancianas que va a haber en España en los próximos años va a seguir creciendo como consecuencia de que hay una generación, la del ‘baby boom’, que está prácticamente a punto de cumplir los 65 años. Es clave, entonces, que las distintas administraciones públicas y las entidades privadas se pongan manos a la obra para seguir proporcionando los servicios que sean necesarios para que nadie se quede al margen y que todo el mundo tenga la posibilidad de vivir los últimos años de su vida con la máxima comodidad posible.
Es evidente que no solo debemos proveer los servicios que tengan que ver con el cuidado de nuestros mayores. También debemos hacer posible que tengan todo el ocio posible. Muchas veces, nuestros mayores no tienen más remedio que quedarse en casa durante cada día viendo la tele y no haciendo nada. Hacer posible que tengan acceso a todo tipo de ocio les va a venir bien desde un punto de vista mental puesto que van a tener algo por lo que sonreír y van a tener la posibilidad de encontrarse a muchas personas de su generación.
Cuidar de nuestros mayores es una obligación para la sociedad. En caso de que no lo hiciéramos, estaríamos faltando el respeto a nuestra propia Historia, a nuestro ayer. Y tened en cuenta que, en caso de que no se generara una cultura que tuviera por objeto cuidar de esas personas mayores, nosotros y nosotras mismas íbamos a padecer las consecuencias de eso unas décadas más adelante, cuando fuéramos ancianos y ancianas. Todo aquello que generemos hoy en beneficio de las personas mayores va a repercutir en nuestro propio bienestar. Así que hay que seguir apoyando por todo lo que tenga que ver con el cuidado de este tipo de personas.
Estamos convencidos de que España va a continuar progresando en todo lo que tiene que ver con los servicios que se le proporcionan a sus mayores. Somos un pueblo muy hospitalario en términos generales y eso también va a tener una gran influencia en el hecho de que cuidemos a nuestros mayores como realmente se merecen. Es una obligación moral que no podemos evadir y que muestra y seguirá mostrando nuestro gran espíritu humano.