Son muchos los problemas relacionados con la salud bucal que se pueden presentar a lo largo de la vida de una persona en función de sus características y hábitos, su dieta, si fuma o no, el historial genético, la higiene bucodental, y que tan regularmente visita al odontólogo, entre muchos otros factores.
Factor de riesgo: los españoles no suelen ir al dentista
De acuerdo una encuesta realizada por el Consejo General de Dentistas de España, solo el 48 por ciento de la población ha ido al dentista en el último año, sin embargo hasta el 60 por ciento de los españoles afirma que se preocupa por su salud bucodental.
Por lo tanto, España figura como cuarto país de la Unión Europea donde menos se visita al dentista, por delante de Letonia, Hungría y Rumanía, según el último Eurobarómetro. Este dato demuestra que los españoles visitan menos de lo que debieran al dentista, y contradice la idea general de la población (73%) que cree firmemente que se debería ir, al menos, una vez al año a consulta.
La razón de los bajos índices de asistencia es que la mayoría de los problemas orales pasan desapercibidos que el paciente no puede diagnosticarlos por sí solo. Sin embargo, que estos problemas se pueden prevenir y tratar en sus estadios iniciales debería ser suficiente razón para motivar a la población a asistir a consulta más a menudo. Así, la falta de periodicidad en la consulta y, por tanto, de prevención, es la que termina generando altos costes en tratamientos dentales.
La abstinencia al dentista contada en cifras
Por otro lado, otros datos importantes de esta encuesta, que se recoge en el Libro Blanco «La Salud Bucodental en España 2010», es que los problemas más frecuentes en la población adulta son la caries (18%), la sensibilidad dental (12%) y las enfermedades de las encías (9%). Asimismo, un 15 por ciento de los ciudadanos suele padecer dolores de boca o problemas para masticar con regularidad. También expone que la última visita al dentista del 26 por ciento de los encuestados fue para revisión, un 20 por ciento fue para hacerse una limpieza bucal, mientras que un 12 por ciento acudió al dentista para hacerse una obturación dental. Sólo un 10 por ciento fue por consecuencia de alguna dolencia, e incluso, un 12 por ciento no acudió por miedo y un 10 por ciento no lo hizo por falta de tiempo.
En relación a la calidad oral, entre el 5 y el 8 por ciento se han visto afectados en sus relaciones sociales y laborales, e incluso han experimentado baja laboral, debido al estado de su higiene bucal. Mientras, un 48 por ciento afirma no tener ningún problema. En cuanto al tipo de población, las mujeres visitan más al dentista que los hombres, y los adultos mayores de 65 años son los que dicen tener menos problemas y por lo tanto, los que menos acuden al dentista.
Los problemas más comunes en un consultorio odontológico
Clínica Smile Me nos comenta cuáles son las dolencias más comunes que suelen atender en sus consultorios odontológicos:
Maloclusión
Puede producirse por muchas causas, desde las de origen genético, un mal desarrollo de los dientes durante el embarazo, hasta malos hábitos durante la niñez (como ponerse el dedo en la boca), etc., y se necesita someterse a un tratamiento de ortodoncia para corregir la mala posición de los dientes y lograr su alineación correcta.
Caries
Es el problema dental más frecuente y puede producirse a cualquier edad. Se produce como consecuencia de una higiene bucodental deficiente, una dieta rica en hidratos de carbono (azúcares), el uso del cigarrillo y no asistir de forma periódica al odontólogo. De hecho, uno de cada cuatro adultos tiene una caries sin tratar, y según el CDC, casi todos los adultos tendrán una caries en algún momento.
Sabes que tienes una caries cuando sientes dolor, la comida se queda atrapada en tu boca, sientes que el diente es irregular al tocarlo con la lengua o sientes molestias al comer algo frío o dulce. Las caries pueden afectar a la parte superior de la corona de molares y premolares, el lateral de cualquier pieza dental, a la zona que está bajo la línea de las encías e incluso a la raíz. Por lo general, las caries se tratan por medio de la práctica de una endodoncia, pero en algunos casos se puede necesitar la extracción de la pieza dental afectada.
Dependiendo de su gravedad, las caries pueden tratarse con fillings, empastes, coronas o endodoncias. Si el daño es demasiado grave o se ha extendido al nervio, puede que haya que sacar el diente. Para reducir el riesgo de tener esta condición, cepíllate dos veces al día, usa seda dental a diario, bebe agua fluorada, usa crema dental con flúor, reduce la ingesta de alimentos y bebidas azucarados y visita a tu dentista con regularidad.
Enfermedad periodontal
Por lo general se origina de una mala higiene dental, aunque existen otros factores que, como en el caso del tabaco, podrían favorecer su aparición. Los síntomas iniciales suelen ser inflamación y enrojecimiento de la encía, así como sangrado y dolor al cepillarse. En este caso se trata de una gingivitis y se puede tratar siguiendo el tratamiento indicado por el odontólogo. Sin embargo, puede avanzar y convertirse en una periodontitis, lo que produce el retraimiento de las encías y la pérdida de los tejidos de soporte de los dientes, ocasionando que estos puedan moverse. Llegados a este punto también existe un tratamiento, pero el tejido periodontal que se ha perdido no se recupera y la enfermedad, incluso, puede volverse crónica, cuyo caso podría necesitarse cirugía. Ambas enfermedades periodontales podrían evitarse con una buena higiene dental y una limpieza de boca realizada por un especialista una o dos veces al año, además de un curetaje para eliminar la formación de sarro por debajo de la línea de la encía.
Halitosis
Se debe a una mala higiene bucodental y en el 10% de los casos también está asociada a otras patologías dentales, como la periodontitis. Se trata eliminando del sarro y la placa bacteriana acumulada mediante una limpieza de boca y, si es preciso un curetaje.
Bruxismo
Suele estar causado por el estrés y en ocasiones por factores genéticos. Su síntoma principal es el rechinar de dientes, habitualmente mientras se duerme; también produce el desgaste de los dientes y dolores de cabeza, mandíbula o cuello.
Como dijimos, es muy probable que el rechinar de dientes ocurra cuando duermes, aunque también puede suceder en cualquier momento del día si estás estresado, tienes un empaste o corona nuevos más altos que el resto de los dientes o tu mordida es anormal.
Después de un tiempo, la superficie de tus dientes se comenzará a desgastar. Podrías sufrir dolor de dientes, dolor de cabeza o de oídos leve, y dolor en la mandíbula (articulación temporomandibular), y tus dientes podrían adquirir un tono amarillento debido al desgaste de la capa exterior blanca.
Se trata con la colocación de una férula que separa ambas arcadas dentales mientras duermes. Puedes proteger tus dientes utilizando este protector bucal, que debe estar hecho a medida por un dentista, y corregir problemas al morder. Si el estrés es lo que está originando este problema, debes intentar estar más relajado en tu vida diaria. Comienza a practicar la meditación, asistir a terapia o hacer ejercicio para ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad, y por lo tanto, las probabilidades de que rechinen tus dientes al dormir.
Dientes rotos
El riesgo de romperte un diente se incrementas si masticas muchos alimentos duros como frutos secos o cubitos de hielo, te rechinan los dientes o tienes una perforación en la boca. También puede que sientas dolor, dependiendo de cuanto diente hayas perdido, e incluso puede que sientas un borde irregular al pasar la lengua por encima del diente.
Si esto ocurre, lo primero que debes hacer el visitar a tu dentista. Si se trata de una rotura pequeña, el dentista puede alisarla; en caso de una perdida más grave, el especialista puede aplicar un empaste del color de tu diente a una funda o corona para darle forma a tu sonrisa.
Herpes labial
Aunque pueden parecerse mucho a las llagas, la principal diferencia con ellas es que el herpes labial es contagioso y está causado por un virus.
Además, aunque desaparezca, el herpes tiende a reaparecer a lo largo de nuestra vida puesto que el virus no desaparece por completo.
Cada cuanto tiempo es recomendable visitar al dentista
Por lo general, la media para acudir al dentista es solo cuando se tiene un problema dental importante, es decir, solo cuando ya no queda otra solución. Y si, el dentista se ocupa de los problemas urgentes de la cavidad bucal, pero no es su único trabajo. Si más bien visitas al dentista con regularidad esto podría ahorrarte tiempo y de dinero, pues estarías evitando problemas bucodentales graves que luego requieran de un presupuesto elevado para su tratamiento.
Por eso, debemos cambiar nuestros hábitos e intentar ir al dentista dos veces al año a una revisión y eliminación de placa dental bacteriana que se acumula entre los dientes. No deberías esperar a tener algún problema o a sentir dolor para hacerlo. Además, existen diversos factores de riesgo que debes cuidar, pues hay ciertos hábitos que necesitan de mayor seguimiento con el especialista. Por ejemplo, las personas que fuman, que han tenido muchas caries o que no cuidan su alimentación deben acudir al dentista con más frecuencia. Por otro lado, las personas que padecen alguna enfermedad crónica y las mujeres embarazadas también deben aumentar sus visitas al odontólogo.
Recuerda que mantener unas pautas de prevención como una higiene bucal adecuada y consultas de revisión rutinarias con el dentista puede evitarnos muchos problemas en el futuro.