Las humedades en las casas afectan a nuestra salud.

Cuando aparecen las humedades lo vemos como algo estético. Una fea mancha que se va extendiendo por el techo o por las paredes. Sin darnos cuenta de que se está creando una ambiente insalubre que afecta seriamente a nuestra salud. En cuanto las detectemos es importante ponerse en contacto con profesionales para tratarlas de inmediato.

Las humedades afectan sobre todo a niños, ancianos y embarazadas. Generando enfermedades respiratorias que pueden volverse crónicas.

El conocido doctor Bartolomé Beltrán, que se hizo muy popular presentando durante años programas de divulgación médica en televisión, publicó un artículo en el periódico El Diario de Sevilla en el que hablaba de la relación que existe entre las humedades de los edificios y las enfermedades respiratorias.

Nos comenta que hay familias que a menudo sufren procesos gripales que se repiten una y otra vez. Con el tiempo dan lugar a problemas más graves: Bronquitis, neumonías, aparecen episodios asmáticos y reumáticos. Las familias visitan a un especialista detrás de otro y no consiguen que la situación mejore. Ni siquiera el médico entiende con exactitud cuál es el origen de la enfermedad.

La familia no se da cuenta de que tiene un enemigo silencioso que está dañando su salud, y que no es otro más que su propia casa.

Las enfermedades respiratorias no son algo baladí. Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) son la tercera causa de muerte en España. Tal y como afirma el presidente de esta asociación, el doctor Carlos Jiménez, “además de su alta mortandad, estas enfermedades encierran un paradigma, el de la cronicidad.”

Durante los años 80, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tipificó una enfermedad a la que llamó el Síndrome del Edificio Enfermo. Gran parte de las personas que vivían o trabajaban en un edificio presentaban una sintomatología similar. Normalmente, eran afecciones relacionadas con el aparato respiratorio.

Por la mala ventilación, una temperatura o un grado de humedad incorrecto, en el inmueble proliferaban ácaros y bacterias que afectaban a las personas. A medida que los enfermos abandonaban el edificio, sus dolencias se iban reduciendo y desapareciendo.

Las personas que viven en lugares mal impermeabilizados pueden llegar a sufrir asma, bronquitis, erupciones en la piel, alergias respiratorias, reuma, etc. Un ambiente excesivamente húmedo favorece la proliferación de hongos, ácaros y bacterias, lo cual afecta directamente a la salud de las personas.

¿Por qué aparecen las humedades?

A grandes rasgos podemos decir que la humedad hace referencia a la concentración de agua en estado líquido o gaseoso en un ambiente. El hombre tolera una humedad relativa entre un 30 y un 65%. A partir de ahí, prolifera la aparición de ácaros y hongos y se pierde la sensación de bienestar.

Tanto el agua como los microorganismos a los que ha dado lugar pueden deteriorar la estructura y los elementos del edificio, haciendo que la situación se perpetúe. La aparición de las humedades puede deberse a diferentes causas. Planit, un equipo de arquitectos técnicos que operan en Alicante y Murcia, especialistas en el tratamiento de humedades en los edificios, nos comentan que es fundamental localizar su origen para evitar que vuelvan a aparecer.

Estos son algunos de los factores que pueden originarlas:

  • Porosidad de los materiales. Los materiales de construcción son porosos de por sí. Presentan pequeños espacios por los que puede discurrir el agua. Si no han sido impermeabilizados correctamente, el agua se puede filtrar. Esto se puede ver en humedades que surgen en las paredes durante temporadas de lluvia, después de haber realizado una obra de albañilería de mala calidad.
  • Grietas y fisuras. Cuando aparecen grietas superficiales o fisuras en las paredes y los techos, estas son vulnerables a los cambios climáticos y pueden permitir que el agua discurra por ellas.
  • Condensación. Es una causa frecuente de la aparición de humedades. Se produce por la concentración de vapor de agua, producido a consecuencia de la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior. Viene ocasionado por deficiencias en el aislamiento del edificio. Puede producirse porque las ventanas no aíslan suficientemente la vivienda, bien sea por el marco o por el cristal.
  • Rotura de una cañería. Cuando se rompe una tubería, el agua que pasa por ella se deposita sobre los techos o entra en contacto con las paredes y termina deteriorándolo.

Tipos de humedad.

En su web Leroy Merlín establece 4 tipos de humedades, según ellos, cada tipo requiere un tratamiento específico:

  1. Humedades accidentales.

Se produce cuando ha surgido un accidente, como puede ser la rotura de una cañería. Esto sucede porque los materiales se dilatan o se contraen, lo que puede ocasionar fisuras en las uniones. Dependiendo de la gravedad de la rotura, por ella saldrá más o menos agua.

Son fáciles de identificar. Aparecen manchas muy delimitadas en una pared o en un techo. A veces, cuando se abre un grifo, se forman goteras. Será necesario reparar la avería, pero también efectuar trabajos de mantenimiento en la casa.

  1. Capilaridad.

Surge cuando los terrenos sobre los que se asienta la casa son muy húmedos y los cimientos no están bien aislados. Pueden aparecer, por ejemplo, si la casa está situada sobre un cauce de aguas subterráneas y la humedad alcanza los cimientos.

Es un tipo de humedad que avanza muy lentamente y afecta en profundidad la estructura de los edificios. Se puede localizar cuando en las paredes del sótano o del garaje empiezan a aparecer manchas.

Estas manchas se van extendiendo por los muros de los edificios ascendiendo a las plantas superiores. Dañan el hormigón, el mortero y los ladrillos. Para tratarla es necesario ponerse en contacto con un arquitecto.

  1. Condensación.

Es un vapor de agua que se forma en el ambiente por la diferencia de temperatura entre el interior de la casa y el exterior. Ese vapor entra en contacto con una superficie fría, como puede ser ventanas, paredes, azulejos y se convierte en agua, como gotas de rocío.

Para hacernos una idea es un fenómeno parecido al vaho que se forma en el baño cuando nos duchamos en invierno. Estas humedades si se van acumulando dan lugar a moho, malos olores y deterioro de los materiales.

Es sencillo de resolver, pero lo más importante de este tipo de humedades es detectar por qué se han producido. Lo más normal es que tenga que ver con algún problema de aislamiento térmico de la vivienda.

  1. Filtración.

Sucede cuando el agua, procedente del exterior o de alguna cañería, entra al interior de la casa, filtrándose por medio de materiales porosos o de estructuras defectuosas. Puede ir fraguándose durante mucho tiempo antes de que se haga evidente.

Es complicado determinar su causa precisa. Ya que no existe una relación directa entre el lugar en el que aparece y el origen de la pérdida de agua. Es decir, puede haber una gotera en el tejado y la humedad surge en una habitación dos pisos más abajo.

En principio, cualquier parte de la casa puede ser susceptible de sufrir humedad por filtración: una pared, un techo, las juntas de una bañera, etc. Se suelen detectar porque provocan desprendimiento de la pintura o de algún material de acabado.

Si no se atajan a tiempo pueden producir daños estructurales. Normalmente, la filtración se ocasiona por algún error en la impermeabilización de la cubierta o fachada de la casa.

Consejos para prevenir la humedad.

Aunque todos los casos de humedad no dependen de nosotros, si podemos realizar algunas acciones para evitar que la humedad entre en nuestro hogar. Estas son algunas de ellas:

  • Ventilar la casa habitualmente.
  • Pintar las paredes con pintura plástica aislante. Esto evitará que aparezca moho.
  • Colocar ventanas que nos aíslen de la temperatura del exterior. Instalar ventanas de PVC es una buena medida para aumentar el aislamiento térmico del hogar.
  • Instalar elementos aislantes en las paredes. Eso significa revestir las paredes con materiales aislantes como el pladur, crear cámaras de aire intermedias, usar sistemas de aislamiento que se puedan aplicar desde el interior, etc.
  • Utilizar un deshumidificador en habitaciones propensas a concentrar humedad. Se trata de un pequeño electrodoméstico que absorbe el exceso de humedad sin resecar el ambiente.
  • Instalar un extractor de aire en el baño. Se trata de un dispositivo conectado a un interruptor que funciona como una especie de campana. Además de absorber los olores, evitará que se concentre humedad.
  • Cocinar con la campana encendida. La cocina es uno de los lugares de la casa en los que más vapor de agua se genera. Se produce por el cocinado y por el aumento de temperatura de los fuegos. Esto hace que aumente humedad por condensación.
  • No acumular demasiadas plantas de interior. Las plantas tienden a humidificar el ambiente, lo cual da lugar a la aparición de hongos y microorganismos.

En el momento en que veas que aparecen humedades en tu hogar, no las dejes pasar. Ponte en contacto con un técnico para ver cómo resolverlo. Recuerda que no solo afecta al edificio, sino que puede dañar tu salud.

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