¿Cómo evitar la obesidad?

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de 1.900 millones de adultos padecen obesidad. Además, España es el tercer país europeo con mayor sobrepeso infantil y el cuarto en obesidad.

«Cada 4 de marzo se celebra el Día Mundial de la Obesidad, un día que sirve para estimular y apoyar soluciones prácticas para ayudar a las personas a alcanzar y mantener un peso saludable, promoviendo la información y dando a conocer la gravedad y el estigma relacionados con la obesidad», informan desde el periódico digital Okdiario.

El Dr. Ramón Vilallonga, cirujano de la Unidad de Cirugía de la Obesidad y Nutrición (UCON) de Clínica Corachan, explica que «la obesidad es una enfermedad metabólica crónica y de origen multifactorial, que conlleva una afectación física y psíquica de la persona”.

Para saber si una persona tiene obesidad se emplea el índice de masa corporal o IMC. Este índice relaciona el peso corporal con la altura, es decir, IMC = peso (kg) / altura (m2). Y si éste es superior a 30 kg/m2, entonces la persona tiene obesidad.

“La obesidad es una enfermedad que afecta a diferentes órganos, y por eso es necesario realizar una valoración clínica exhaustiva, en la que se hace hincapié en el peso y en los problemas de salud asociados”, dice la Dra. Alicia Molina, nutricionista de la UCON de Corachan.

Los pacientes sufren esta enfermedad a causa de una ingesta excesiva de alimentos calóricos, unido a una inactividad física habitual. Aunque también hay casos de personas a las que la genética y ciertos problemas de salud han llevado a padecer obesidad.

La obesidad está directamente relacionada con muchas enfermedades como la hipertensión arterial, problemas cardiovasculares, diabetes,
hipercolesterolemia, problemas músculo esqueléticos, infertilidad y cáncer.

Es una enfermedad que se agravará en el futuro, porque se espera que para el año 2030 el 80% de los varones y el 55% de las mujeres mayores de 16 años tengan sobrepeso u obesidad.

El dietista-nutricionista ayuda a la persona a adquirir unos buenos hábitos alimentarios.
Desde Iván Bragado, expertos en fisioterapia y nutrición, explican que es importante reducir las grasas saturadas presentes en embutidos, dulces, bebidas azucaradas, etc.
El objetivo es que el paciente siga una dieta que se componga de frutas, verduras, cereales integrales y proteínas.

El paciente debe hacer entre 200 y 300 minutos de deporte a la semana de media. Aunque si no le gusta el deporte puede adelgazar si camina rápido durante unos 45 minutos al día y cuatro o cinco veces a la semana.

Para evitar la obesidad es necesario realizar cinco comidas diarias y evitar refrescos, alcohol y zumos envasados. Los expertos aconsejan introducir en esa media mañana y merienda una pieza de fruta y un lácteo desnatado como puede ser yogur, vaso de leche o queso batido.

Es importante eliminar la bollería industrial en los desayunos. Lo mejor es tomar una barrita de pan integral con aceite de oliva virgen extra y tomate, acompañado de café con leche desnatada, o una infusión.

Es aconsejable seguir el método plato. Consiste en un plato de 23 cm de diámetro en el cual el 50% deben ser verduras; el 25%, cereales integrales: pasta, arroz, pan; y el otro 25% del plato serían alimentos proteicos como pescados, legumbres, huevos y aves.

Para evitar el sobrepeso el paciente debe limitar el consumo de carne roja y embutidos. ¡Y también beber 1.5 litros de agua al día!

«Es importante, para ello, contar con nutricionistas que aconsejen y eduquen a los pacientes, ya que hay alimentos que son adecuados para prevenir el sobrepeso y la obesidad. Eso sí, siempre de acuerdo a sus necesidades y preferencias de forma individual, a lo que debemos sumar la importancia de tener un estilo de vida saludable que evite la aparición de estas enfermedades», informa la nutricionista Alba Rodríguez.

¿Las nueces ayudan a frenar la aparición de la obesidad?

Un estudio publicado en BMJ informa que comer nueces y frutos secos puede evitar la obesidad. Es aconsejable sustituir las carnes procesadas, los cereales refinados o los postres, en un período de 4 años, por una porción de nueces.

El aumento de peso será únicamente de entre 0,41 y 0,70 kg, por lo que hay un menor riesgo de obesidad. «Un consumo de frutos secos elevado, reduce el riesgo un 23%, de engordar 5 o más kilos o de volverse obeso en el mismo período de tiempo », dicen los investigadores.

Masticar nueces requiere esfuerzo, así que la persona se sienta saciada y con mejor salud intestinal. Además, el alto contenido de grasas insaturadas de los frutos secos, aumenta el gasto energético en reposo.

¡Es importante seguir una dieta saludable y hacer deporte!

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